A los siete meses sin ascensor en el Centro Especializado de Atención a los Mayores de Pío XII se suma ahora una avería en el aire acondicionado que ha obligado además a inutilizar las salas de billar y dominó porque quedaron inundadas, al igual que el garaje de la comunidad de propietarios donde está emplazado el centro.
Responsables del centro aseguraron ayer a este periódico que ambas averías están «tramitadas» con la Conselleria de Igualdad y Políticas inclusivas.
La avería del ascensor está en vías de solución y «ya se ha cambiado sobre el antiguo lo que tenía que reformarse para que no siga dando problemas. Solo falta que lleguen unas piezas para que Industria pueda dar el visto bueno y empiece a funcionar», explican.
En cuanto al problema con el aire acondicionado, indican que ya se ha limpiado el agua caída, primer paso para poder arreglar la avería y que la conselleria ya trabaja en la reparación.
«Confiamos en poder volver a la normalidad en una semana, dos como mucho en cuanto al ascensor y el problema con el aire esperamos que se resuelva en breve», pronostican.
El ascensor comunica la planta baja del centro donde se reúnen los mayores de la zona con un amplio semisótano en el que se ubican varios de los servicios que se prestan en este centro, como la peluquería, el gimnasio, el podólogo, la sala de billar y la de dominó. Más de mil usuarios acuden cada día a este centro y muchos de ellos con movilidad reducida.
«Mi suegra dejó de venir cuando se estropeó el ascensor y le gustaba venir todos los días. Aunque lo reparen ahora su salud se ha deteriorado en estos meses y no creo que ya pueda volver por aquí para disfrutar de un rato de compañía y de los servicios del centro», lamenta Luis Hombre, que también es usuario del centro. «Aquí viene mucha gente y ahora sin aire acondicionado pues estamos peor, a ver si lo arreglan pronto. El problema es la falta de mantenimiento», añade Hombre.
Otro de los usuarios que prefiere mantener el anonimato se quejaba de la falta de aire «con los días de bochorno que estamos pasando». «Es una pena porque aquí los servicios que prestan están muy bien. Yo vengo a pasar un rato con los amigos y me quedo a comer porque la cocina es muy buena en la relación calidad-precio. Hoy me he puesto debajo de un aparato pequeño que hay y que no llega a airear toda la sala», afirma.
