Las licencias de Cabify en Alicante han experimentado un fuerte crecimiento en la primera mitad de 2019. Los coches se han triplicado pese a la regulación que aprobó el Consell el pasado mes de abril, que copia el modelo de Barcelona y supone la obligación de contratar los servicios de alquiler con conductor (VTC) con una antelación de al menos 15 minutos. Al cierre del pasado diciembre, existían 108 licencias en la provincia, mientras que este junio se ha cerrado con 370.

Alicante se suma así a una estadística de crecimiento que salpica, fundamentalmente, a las comunidades donde no se ha regulado el servicio. Como es el caso de Madrid, donde las licencias VTC se han disparado un 22,4% desde comienzos de año y han superado las 8.000 entre las plataformas como Uber y Cabify.

Pero sin embargo, lo peculiar es que la subida de Alicante se produce, al contrario que en la capital, dentro de una Comunidad que sí ha regulado el uso de los VTC. El aumento de la provincia se registra después de que el pasado mes de abril el Consell aprobara un decreto ley que regula la prestación del servicio de transporte público de viajeros mediante VTC.

Esta normativa, entre otros aspectos, imposibilita contratar uno de estos coches con menos de 15 minutos de antelación, una medida que pretende diferenciar a los VTC del taxi y que han adoptado también Cataluña, Baleares, País Vaso y Aragón.

La entrada en vigor de la nueva normativa, por el contrario, sí que ha frenado el ritmo en Valencia, donde Cabify ha perdido una decena de VTC desde el pasado mes de junio. Valencia cuenta ahora con 177 licencias.