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Pese al rechazo de la cofradía

Las Monjas de la Sangre se llevan la imagen de «La Marinera» a la Santa Faz

La Virgen de la Soledad, la más antigua de la Semana Santa alicantina, dejará en breve el convento del Casco Antiguo

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, realizó ayer la primera visita a las Monjas de la Sangre tras su reciente llegada a Santa Faz. pilar cortés

Cuenta atrás para que la Virgen de la Soledad, la popularmente conocida como «La Marinera», abandone el convento de las Monjas de la Sangre en el Casco Antiguo, el lugar que ha sido su «casa» durante más de cuatro siglos. Las hermanas de la comunidad agustina, que desde el pasado martes están custodiando la reliquia de la Santa Faz tras la controvertida marcha de las Clarisas (que se inició el pasado mes de noviembre y se ha confirmado en este arranque de julio), han decidido que la imagen más antigua de la Semana Santa de Alicante, que procesiona el Miércoles Santo con el Cristo del Buen Amor, se traslade junto a ellas. A unos ocho kilómetros de distancia de la que ha sido su ubicación durante más de 400 años.

Esa decisión, que las monjas explicaron ayer al alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, que visitó ayer por primera vez el monasterio tras el cambio al frente de la custodia, no ha sentado nada bien en el seno de la Cofradía Sacramental del Cristo del Divino Amor y la Virgen de la Soledad, que está formada por medio millar de personas, entre cofrades, mantillas y costaleros. «No esperábamos que se llevasen 'La Marinera' a la Santa Faz. Si ya supone un trauma para nosotros que se vayan las monjas, aún es mayor el trauma que se lleven la imagen titular de nuestra cofradía. Son más de 400 años en el convento», señalaba ayer Julio Forner, presidente de la cofradía, que procesiona los Miércoles Santo tras la Santa Cruz, quien reconoció que para su entidad es «un gran palo», que también extiende a «los fieles».

«La Marinera» es propiedad de las Monjas de la Sangre, aunque realmente todas las imágenes, según explican fuentes eclesiásticas, pasan a formar parte del patrimonio de la Iglesia cuando están expuestas durante más de tres años. El otro paso, en cambio, inicialmente era propiedad de la cofradía. «El deán Ramón Egío nos ha prometido que todos estos cambios son para mejorar, pero no sé... También nos dijeron que se iban a mantener dos misas semanales en el convento, pese a la salida de las monjas, y ya se dice que será una a la semana», prosiguió ayer el dirigente de la comisión, molesto por no haber sido informado previamente de las intenciones del traslado tanto de las hermanas para cubrir el hueco dejado por las Clarisas como por la prevista salida de «La Marinera» del convento. «Nos enteramos el mismo día de la rueda de prensa, no sabíamos nada. Nadie nos había preguntado ni consultado nada de nada», subrayó el presidente de la cofradía, quien espera mantener en los próximos días una reunión con Barcala para abordar el asunto, tras haberse sentado con Ramón Egío [deán de San Nicolás] y con las Monjas de la Sangre.

El traslado, para el que todavía parece que no hay una fecha concreta, rompería una tradición de más de 400 años con la Virgen de la Soledad en el Convento de las Monjas de la Sangre, situado a espaldas del Ayuntamiento alicantino. Desde la cofradía temen que la nueva ubicación para «La Marinera», en el monasterio de la Santa Faz, pueda afectar a su conservación. «Es la virgen más antigua de Alicante, y de la talla inicial, que sufrió un incendio, solo se conservan la cabeza y las manos. Tenemos miedo a que el traslado le pueda afectar», prosiguió el presidente de la cofradía, en alusión a un paso que sale cada Miércoles Santo a las calles de la capital a hombros de la tuna de Derecho de la Universidad de Alicante (UA).

Las hermanas, en su conversación de ayer con el Barcala en el monasterio de la Santa Faz, explicaron que la imagen está vinculada con su comunidad, en un intento de explicar el traslado. «Nos la vamos a traer. La madre estará muy bien con su hijo», en alusión a la virgen y la reliquia. La puesta de largo de las Monjas de la Sangre en Santa Faz está prevista para el domingo 14 de julio, en una misa con presencia del obispo Murgui.

Barcala acepta que el convento acoja un comedor social

El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, se comprometió ayer con las Monjas de la Sangre a que el convento situado a espaldas del Ayuntamiento acoja también un comedor social, como es voluntad de la comunidad agustina tras su salida para custodiar la Santa Faz. La instalación, además, se prevé que sea la sede del futuro Museo de la Semana Santa, una reivindicación histórica de la Junta Mayor. En el céntrico convento se prevé que se sigan celebrando misas semanales.

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