Al menos medio millar de maestros interinos han sido despedidos de sus colegios el 30 de junio y no cobrarán el sueldo durante el verano, pese a haber trabajado a lo largo de todo el curso.
Son docentes que ya se vieron perjudicados en las adjudicaciones de plazas de julio del año pasado, tras las oposiciones de Infantil y Primaria con 3.000 incorporaciones, lo que se sumó a la posibilidad que ofreció Educación a los interinos de mantener la plaza lograda el año anterior, y continuar en el mismo centro dos años seguidos. El propósito de la conselleria era dar continuidad a las plantillas de los colegios.
Los interinos afectados, que los sindicatos consultados calculan en medio millar, lograban una vacante (plaza sin funcionario asignado) por su puntuación en la bolsa de trabajo de Educación, pero este curso tuvieron que conformarse con sustituciones (plaza con una persona asignada que no trabaja, por ejemplo, por una baja por enfermedad) en muchos casos, puesto que las vacantes las ocuparon compañeros que decidieron mantener su plaza otro año, sin haber competido en igualdad de condiciones en la bolsa de empleo. Las críticas generalizadas de los representantes sindicales ante esta situación obligaron finalmente a Educación a anular la medida.
Respuesta
Ahora, al término del curso escolar, los interinos que no consiguieron una vacante, aunque hayan trabajado prácticamente todo el curso con sustituciones, han sido dados de baja a fecha 30 de junio. Educación se ampara en el Acuerdo de Interinos de 2010 y añade que los interinos que se sienten perjudicados podrían haber solicitado hasta 300 plazas para lograr una vacante, y no limitarse a las que tenían cerca de casa, según señalan los responsables de la conselleria a preguntas de este diario. «Hacer sustituciones implica no cobrar en verano. Solo cobran julio y agosto los que tienen vacante antes del 31 de diciembre», concluyen en referencia textual al citado acuerdo sindical.
El sindicato CSIF califica dicho acuerdo de «obsoleto» y ha reclamado que el sueldo de verano se extienda a la totalidad de los interinos. Los delegados provinciales Miguel Ángel Mas y Javier Mas aluden a normativas de otras comunidades, como en la vecina catalana, en las que haber trabajado al menos seis meses como interino otorga los mismos derechos económicos que con una plaza definitiva en la enseñanza.
Este sindicato añade el agravante de que los interinos perjudicados hayan dejado el curso sin concluir las actas de exámenes de sus alumnos, amén de la correspondiente organización del curso siguiente, la relación de los libros o perder la posibilidad de hacer cursos de formación que cada centro planifica en julio para trabajar por proyectos y mejorar los resultados de los alumnos.
Es el caso del maestro de Primaria Raúl Mesa, con una sustitución durante todo el curso en el mismo centro y que ha sido despedido el 30 de junio sin cobrar el verano. Llevaba tres años seguidos con vacantes y los mismos derechos que el resto de funcionarios y que este curso ha perdido.
«Mi plaza procedía de una baja fechada el 29 de junio de 2018 que cubrí el 20 de septiembre y al final del curso he tenido que hacer en cuatro días el trabajo que mis compañeros llevan a cabo durante un par de semanas de cara al curso siguiente», explica Mesa.
La consideración administrativa de su plaza es de «sustitución» y Educación le paga los 22 días de vacaciones que le corresponden, retribuidas y no disfrutadas. Está considerado «como si no hubiera trabajado para ellos, este curso no me cuenta tampoco como experiencia laboral de cara a las oposiciones», lamenta.
Ya ha reclamado por escrito y si no le reconocen el tiempo trabajado, está dispuesto a llevar a Educación a los tribunales «porque solo se otorgan derechos laborales cuando obligan los jueces, como sucedió en su día con los trienios y sexenios que ya cobramos los interinos», advierte.
