«Ha sido más fácil, no tenía nada que ver con el examen de junio, éste lo apruebo seguro». Estas fueron las principales impresiones de los alumnos que ayer se examinaron de Matemáticas en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) en la convocatoria extraordinaria de julio. Tras la polémica y los lloros por la prueba de esta asignatura el 4 de junio, los ánimos se calmaron en la «repesca» a la que se presentaron un 10% más de alumnos en la provincia que el año pasado. En total se han matriculado en esta convocatoria 1.759 estudiantes.
La sensación en la Universidad Miguel Hernández (UMH) era la misma entre los estudiantes que afrontaron ayer el examen de Matemáticas. La mayoría de ellos lo hacía con una sonrisa en la boca, satisfechos con las respuestas que habían plasmado en los folios y aliviados porque la prueba no había sido tan exigente como la de junio.
No obstante, la mayoría de alumnos que se presentaban para subir nota relataban resignados que ya no podrán acceder al grado que deseaban, al menos el próximo curso. Nuria Rico y Patricia Rubio, del IES Monastil de Elda, iban directas a Medicina hasta que se toparon con el examen de Matemáticas de la Selectividad. «Son alumnas de matrícula y sobresaliente y suspendieron Matemáticas», lamentaba uno de los profesores que las acompañaba ayer. Ambas vuelven a examinarse de las cinco asignaturas de la fase obligatoria en un intento por mejorar y poder acceder a Medicina tras un año en otra carrera que intentarán que sea de Ciencias de la Salud. «Es injusto porque competimos con alumnos de otras comunidades que han sacado mejores notas porque tuvieron exámenes más sencillos y que ahora se van a beneficiar de que bajará la nota de corte este curso», criticaban.
Y es que para carreras como Medicina, Farmacia, dobles grados, Ingeniería Robótica, Física o Matemáticas los jóvenes ya saben que tienen prácticamente imposible entrar el curso que viene porque tienen preferencia los examinados en junio que tienen la nota suficiente para acceder, aunque ellos ahora les superen.
Tiempo suficiente
«Este examen ha sido bastante más fácil, no es que esté tirado pero es más parecido a lo que siempre suelen poner por lo que hemos visto de años anteriores. Aún así en algún apartado han ido a pillar», comentaban Marina Baeza y María Gutiérrez, del IES Enric Valor de El Campello.
El profesor que realizó para INFORMACIÓN el polémico examen de Matemáticas de junio para el que empleó 11 folios y hora y media, Sergio Fabra, coincide en señalar que este examen ha sido «bastante más sencillo y sin salirse de lo que suelen ser las pruebas de la PAU. Además no eran ejercicios tan largos por lo que los alumnos tenían tiempo de sobra para completarlo».
En la opción A por ejemplo, el primer problema «es muy básico». «Ecuaciones lineales de discurso de sistemas que los alumnos han hecho 500 veces seguro», relataba el responsable de la academia Serfa. El segundo ejercicio, de geometría, «tiene un apartado que se sale un poco de lo normal, pero es igual que otro que pusieron en el examen de junio». El tercero es «un poco más largo pero con tiempo se saca la integral racional». «Se nota que han bajado el nivel con respecto a junio, cuando costaba mucho más hacer el examen y había que emplear más tiempo», concluyó.
«Ha sido fácil después de que lo pusieran tan difícil en la primera convocatoria. Nos esperábamos un examen igual», aseguraba José Antonio Rodríguez mientras repasaba sus respuestas a la salida de la prueba. En la misma línea apuntaba la joven Asunción Calderón: «Ha sido más asequible que el de junio aunque han ido a pillar con algunas cuestiones, como los determinantes o la geometría».
Asier Romero volvía a presentarse para subir nota: «Me lo he tomado con más libertad, venía con menos presión. La prueba se parecía más a lo de otros años», relataba. «Es que había ejercicios que hacía mucho tiempo que no aparecían y que no se preparaban ni en las academias ni en los institutos», le interrumpía Paloma García. Muchos de los jóvenes que se examinaron ayer también coincidía a la hora de señalar que el planteamiento de las preguntas era más conciso y no tan ambiguo como en el del polémico examen de hace un mes. «Leías los ejercicios y sabías qué tenías que hacer a la primera, así que nos ha ido mucho mejor. No había enunciados rebuscados». «Creo que han entendido el toque de atención y han tomado nota para que no se les fuera la mano», añadía Marina Vozmediano.
