La Conselleria de Sanidad ha acreditado a 6.000 enfermeros y enfermeras de la provincia, 20.000 en el conjunto de la Comunidad, para prescribir medicamentos, lo que convierte a la Valenciana en la segunda autonomía, tras Andalucía, con más profesionales acreditados para la indicación, uso y autorización de la dispensación de fármacos y productos sanitarios de uso humano.

El objetivo que se persigue es ampliar las competencias de enfermería, evitar la automedicación, reducir la presión asistencial en los centros de salud y disminuirá el gasto farmacéutico.

El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), valora que es una consecuencia del Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. «Ahora lo que hace falta es que se establezca el documento a través del cual las enfermeras podamos prescribir».

El Cecova siempre ha defendido que las enfermeras tengan la misma capacidad prescriptora que los podólogos y los odontólogos y para eso hay que modificar la conocida como ley del medicamento y la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias», precisan.

Sostienen que «las enfermeras debemos ser incluidas entre los profesionales capacitados para prescribir dentro de nuestro campo de competencias, ya que debemos tener la posibilidad de prescribir los materiales y productos que precisemos para llevar a cabo la prestación de cuidados al ciudadano, tras la realización del debido diagnóstico de Enfermería».

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha firmado una resolución por la que se acredita a estos profesionales que están desarrollando su actividad profesional en el sistema público valenciano de salud para la prescripción de medicamentos. El requisito es que tengan una experiencia profesional mínima de un año.

Barceló entiende que agilizar el procedimiento de acreditación amplía las competencias de Enfermería, lo que redundará también en un mayor control de la medicación de los pacientes. «Se gana en seguridad, se reduce la automedicación y los efectos secundarios de los fármacos y disminuirá el gasto farmacéutico», concreta.

Además se espera que la acreditación de los enfermeros y enfermeras disminuya la presión asistencial en los centros de Atención Primaria, porque así ha ocurrido en los países donde se ha implantado la medida.