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La deuda en las comunidades de vecinos se reduce a la mitad tras la mejora económica

Los administradores de fincas cifran en 40 millones los pagos pendientes en la provincia - Los bancos, grandes culpables, se han puesto al día

En la provincia hay censadas en torno a 60.000 comunidades de propietarios. RAFA ARJONES

Las comunidades de propietarios ven la luz al final del túnel. El final de la crisis del ladrillo y, sobre todo, la mejora de la economía, a la espera de lo que pueda suceder en los próximos meses, ha tenido un efecto balsámico para las cuentas de las comunidades de vecinos de la provincia de Alicante -unas 60.000 según los datos del último informe oficial-, hasta el punto de que desde 2015, cénit de la crisis y con un pasivo superior a los 80 millones de euros, la morosidad se ha reducido a la mitad, según los datos que maneja el Colegio Oficial de Administradores de Fincas.

Una parte importante de la responsabilidad de que los impagos no estén ya a la orden del día, y que hoy la morosidad esté en el 10% -como ejemplo en una comunidad de cien propietarios-, la tienen los bancos (llegaron representar el 20% de la morosidad) , que se han desprendido de muchos de los pisos que tenían producto de los desahucios. En los años duros de la grave crisis entre 2008 y 2012 hubo comunidades de propietarios en las que dejaron de pagar la cuota hasta el 50% de los vecinos.

Entidades financieras, entre ellos, que se quedaron con multitud de viviendas debido al impago de las hipotecas de sus dueños, pero optaron por no abonar la cuota a la comunidad debido a que muchos procesos estaban en en Juzgado, y en los casos con sentencia firme a su favor no encontraron comprador. Algo que disparó la deuda de las comunidades de vecinos, cuya cuota «es lo primero que dejan de pagar los propietarios cuando las cosas van mal», según apunta Belén Sánchez, vicepresidenta del Colegio de Administradores de Fincas.

Hoy, en 2019 y con el ladrillo levantando cabeza, la situación ha dado un giro de 180 grados. El escenario actual es mucho más optimista. Los bancos han vendido gran parte de los pisos y en el caso de las viviendas que tienen en propiedad vuelven a pagar las cuotas y se han puesto al día. Fuentes del sector apuntaron ayer que los impagos en los años duros nos se produjeron tanto por la decisión de no pagar sin más, sino que hubo tal desbarajuste que era complicado hasta saber hasta a quién pertenecía un piso determinado.

Lo cierto es que la morosidad en las comunidades de propietarios se ha reducido a la mitad y la deuda está sobre los 40 millones de euros repartidos por las alrededor de 60.000 comunidades de propietarios de la provincia. «La situación ha cambiado radicalmente. Aunque la morosidad en las comunidades de propietarios ha existido siempre, sí es cierto que en 2015 vivimos el peor momento. Lo normal es que la morosidad sea del 10%, pero en los peores años llegamos a tener el 25% porque a la deuda acumulada por los bancos se unió que muchos propietarios dejaron de pagar las cuotas porque no podían debido a la crisis», explica Belén Sánchez.

Una de cada cuatro comunidades de la provincia de Alicante, en las que se incluyen las gestionadas por administradores y las que se autogestionan, tienen al menos un vecino moroso. Los impagos son el mayor problema con el que se encuentran las comunidades, al que le siguen las obras no consentidas, los elementos comunes y la instalación de ascensores y aparatos de aire acondicionado.

Juzgados

Los juzgados de la provincia tienen en trámite unos 4.000 procedimientos por impago de las cuotas de la comunidad. Existen datos sobre la existencia de unos 150.000 procedimientos por impago en la provincia, de los que aproximadamente 4.000 los han presentado comunidades de vecinos para reclamar deudas. El proceso hasta que una comunidad de propietarios decide llevar a un vecino al Juzgado es largo y, por supuesto, se intenta evitar siempre aunque en todas la comunidades existe el moroso profesional. Normalmente, el administrador le requiere cada tres meses por carta que pague. Si éste se niega el tema se lleva a la Junta de propietarios que se celebra una vez al año, de ahí que todo vaya muy lento.

El perfil del moroso es en general el propietario que no paga porque no puede, aunque también hay gente que utiliza las crisis como excusa para no hacerlo. Los procedimientos a partir de los cuales se reclaman las deudas suelen tardar en llegar, pero una vez llegan son rápidos y llevan automáticamente aparejado el embargo de la vivienda y el posterior desahucio, pero se trata por todos los medios de evitarse.

La mitad de los morosos reside en la franja litoral de la provincia

En la provincia de Alicante más del 50% de los morosos con su comunidad reside en la costa. Sus deudas obligan, en ocasiones, a suspender servicios como piscinas y jardinería, y a reducir el mantenimiento a la mínima expresión. En el litoral hay muchas fincas con urbanizaciones, que tienen elevadas cuotas de hasta 200 euros el trimestre. Cuanto más altas son las cuotas, las dificultades para hacerles frente es mayor. Las fincas que no tienen ascensor lo tienen mejor porque la cantidad es mucho más reducida. La situación dificulta la rehabilitación de viviendas, lo que podría suponer una oportunidad de crecimiento de la actividad económica, dado que en España la mitad de los edificios tienen más de 30 años. Los problemas para el cobro de las cuotas ahoga la liquidez de las comunidades, y ahora mismo, el 41% de los propietarios no podrían asumir ningún coste extraordinario de rehabilitación.

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