Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Campo: «La probabilidad de que impacte un asteroide es de una entre un millón»

El profesor de la UA participó ayer en una jornada con motivo del «Día del Asteroide» junto con otros expertos de la Agencia Espacial Europea

Adriano Campo, ayer, en la Sede de la Universidad de Alicante. r. arjones

Hoy se celebra el Día del Asteroide y precisamente hemos conocido que el 2008kv2 pasa a 17.000 kilómetros de la Tierra.

Avisos de este tipo habrá cada vez más porque se van desarrollando los dispositivos de observación y cada vez son más sensibles. Hay centenares de miles de objetos. Que pasen a menos de la distancia entre la Tierra y la Luna puede haber uno a la semana. Esos son los que conseguimos ver, lo que significa que pasan decenas al mes. Los objetos por debajo de 50 metros solo producen destellos muy fuertes en la atmósfera.

Los pequeños ¿son peligrosos?

En Rusia hace seis años explotó uno de ellos en la alta atmósfera que generó un gran destello y rompió los cristales de las ventanas de las casas y eso puede tener cierto peligro. La onda de sonido llega uno o dos minutos más tarde que el destello y sorprendió a las personas que se habían asomado a la ventana para ver qué ocurría. Hubo un millar de heridos. Convendría que la gente supiera que si ocurre lo que hay que hacer es abrir las ventanas y alejarse hasta que se escuche el boom provocado por el sonido.

¿A partir de qué tamaño son preocupantes?

Los peligrosos son los objetos de 80 metros o más porque no explotan en el aire sino que atraviesan la atmósfera. La atmósfera es nuestro escudo cósmico y frena casi todo lo que sea menor de 50 metros.

¿Existe un peligro real de impacto?

Peligro real existe. Pero la probabilidad de que un objeto desconocido impacte sobre la Tierra es de una entre un millón. El problema es que aunque sea un evento raro causaría una devastación enorme tanto en vidas como en infraestructuras en una región. Hoy día no se conoce ningún objeto con una probabilidad de colisión elevada en este siglo.

Entonces podemos estar tranquilos.

No, no podemos estar tranquilos porque conocemos entre el 20 y el 30% de los objetos de 100 metros o más, pero mañana podríamos descubrir uno que tuviera una probabilidad de colisión elevada en 20, 30 ó 50 años. Por eso hay que estar alerta y seguir buscando para determinar sus órbitas y plantear estrategias en caso de que hubiese un objeto con una probabilidad alta de colisión.

¿De qué depende que un asteroide llegue a la Tierra?

Depende de por dónde va su trayectoria. Es como si alguien estuviera tirando dardos sin mirar, de vez en cuando acierta en el blanco. La Tierra mide unos 6.500 kilómetros de radio, la Luna está a unos 380.000 kilómetros. Cuando vemos las estadísticas de objetos descubiertos que han pasado por debajo de la distancia entre la Tierra y la Luna en siete años ha habido seis o siete. Así que cada año puede que haya una decena que pasa más cerca de la distancia Tierra Luna. La Tierra va pasando por las órbitas de esos objetos, a veces las cruza y a veces no y si las cruza en el mismo instante en que las cruza el asteroide hay una colisión. Por eso la probabilidad es pequeña. El objeto que se va a acercar más es Apofis, que tiene 300 metros. Lo hará por debajo de las órbitas de los satélites de telecomunicaciones. Será el 13 de abril de 2029 y se verá a ojo. Pero no entrará en la atmósfera.

¿Con la tecnología actual sería posible desviar un asteroide?

Todo depende del tamaño, si es de entre 50 y 80 metros, de los que estallan en la atmósfera, lo más conveniente sería evacuar la zona donde se prevé que vaya a caer porque los pequeños en la mayoría de los casos se descubren con poca antelación. Si son a partir de cien metros y se descubren con una decena de años de antelación, lo único que sería tecnológicamente serio plantearse sería una desviación.

¿Está comprobado que es posible?

Precisamente el profesor Küppers, de la Agencia Espacial Europea, y que ha participado también en la jornada es miembro conmigo en la misión Hera. Esta misión espacial pretende junto con otra misión norteamericana realizar una colisión sobre un pequeño asteroide que es un satélite de otro más grande para ver si somos capaces de desviarlo y en qué medida. En su conjunto la misión se llama Aida (Asteroid Impact and Deflection Assessment). Es necesario realizar este tipo de pruebas porque si no no sabremos si somos capaces de hacerlo. Si hablamos de objetos de 500 metros o un kilómetro, de los que conocemos el 90%, habría que plantearse otras tecnologías como la energía nuclear.

Compartir el artículo

stats