El estado de la fuente de Luceros (Daniel Bañuls, 1930) se ha agravado tras las mascletàs de Hogueras, trece espectáculos pirotécnicos para los que se han empleado unos 1.500 kilos de pólvora. Una primera inspección ocular una vez retirados los cajones protectores de los cuatro caballos del monumento revelan que se han producido desprendimientos de varios cascotes que, aunque no comprometen su integridad, empeoran su delicada situación. Algunas de las fisuras que tienen los caballos son ahora más profundas y se han detectado dos grietas en la pileta por las que se filtra el agua.
La diferencia entre el estado de la fuente antes de Hogueras, cuando se vació para instalar las pantallas protectoras y evaluar los daños del acto vandálico provocado por un hombre con un mazo, es que las fisuras múltiples en los caballos y en general en el monumento se han agravado. Se han «movido» las grietas, desplazándose la materia y desencajándose piezas en algunos puntos, con riesgo de desprenderse cuando llueva y se moje el polvo de mármol con que está hecha esta emblemática fuente.
A simple vista se aprecian múltiples grietas aparecidas en los últimos 12 años (la fuente fue restaurada en 2007) en los que se han juntado los disparos de las mascletàs con el intenso tráfico y la estación subterránea del tranvía. Los corceles tienen varias extremidades quebradas, algunas a consecuencia del acto vandálico de mayo, cuando también se produjeron destrozos en los brazos de un fauno. En una de las piñas por las que antes salía agua hay un boquete y falta otra, así como el cuerpo de una golondrina, aunque estos daños son anteriores. A todo esto se suma el deterioro por el agua y el ambiente salino que provoca corrosión en los materiales, que se hinchan y dejan al descubierto las estructuras de hierro. Demasiadas heridas para un monumento que se cae a pedazos.
Reparación
El concejal de Cultura, Antonio Manresa (Ciudadanos), recordó ayer la partida presupuestaria de 100.000 euros para la reparación del monumento, a la que se suma otra más de 10.000 euros. Aún no hay fecha para el inicio de los trabajos. Ayer, de hecho, se volvía a llenar de agua la fuente para ponerla en funcionamiento una vez que han terminado las fiestas.
El proyecto requerirá su tiempo porque hay que sacarlo a concurso público y las empresas tendrán que presentar sus proyectos. Manresa dio a conocer el compromiso del nuevo gobierno municipal de realizar un mantenimiento anual de la fuente además de las reparaciones que sean necesarias.
Las mascletàs se seguirán disparando en Luceros, «sí o sí, eso no está en discusión», señaló Manresa, pese a que cada vez hay más voces que reclaman su traslado. Como la plataforma Salvem el nostre patrimoni, fundada para la defensa del patrimonio alicantino. «Pedimos un cambio de ubicación de las mascletàs. Se están incumpliendo normativas», dijeron. Tras el verano y con informes técnicos de la Universidad y otros agentes sociales, se constituirán como asociación cultural para reclamarlo oficialmente. Miembros de la plataforma acudieron de madrugada a la fuente, una vez retirados los cajones que cubrían los caballos, y filmaron el deterioro del monumento y los cascotes desprendidos. Los más críticos recuerdan que este año se ha multiplicado la pólvora al haber más mascletàs y que las vibraciones producen una aceleración que excede los límites que marcan las normativas española, alemana y europea.
El nuevo equipo de gobierno se compromete también a promover un estudio exhaustivo sobre las causas del deterioro del monumento. Con este fin se pedirá la colaboración de la Generalitat dado que el tranvía pasa por debajo de la fuente para esclarecer el impacto del TRAM, del tránsito diario de vehículos y de la pirotecnia para poder paliar los daños. «Pediremos la ayuda del Consell, tanto de profesionales como, si hace falta, económica. Puig ha dicho que se quiere implicar más con Alicante, cogemos el ofrecimiento y lo utilizaremos cuando lo creamos oportuno», señaló el edil. Al estado de la fuente se suma el de la plaza, muy abandonada, con la jardinería sin podar y a la que le falta limpieza. Ni siquiera han sido retiradas algunas carcasas de las Hogueras ni las cintas de la Policía.
