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¿Se puede beber agua en las oposiciones?

Educación prohíbe las botellas con etiquetas en las pruebas para evitar que se copie - Tampoco se pueden usar los pañuelos de papel

Agua sí, pero sin ningún tipo de etiquetas como muestran los aspirantes en uno de los tribunales. PILAR CORTÉS

El revuelo, ayer, fue mayúsculo en algunos tribunales de las oposiciones de enseñanza, porque a pesar de las elevadas temperaturas que había que soportar en según qué aulas, por encima de los 30 grados en cualquier caso, no se permitía a los aspirantes que accedieran al aula con cualquier botella de agua.

La Conselleria de Educación ha regulado por primera vez el consumo de agua en una pruebas de oposición con el propósito de evitar tentaciones para copiar, de forma que se permite llevar agua, cómo no, pero sin ningún tipo de etiqueta.

Sobre la mesa del aspirante, por tanto, solo se permite «una botella de agua sin etiqueta», el DNI o equivalente, dos bolígrafos como máximo y del mismo color que tampoco se puede salir del azul o el negro y, finalmente, el material que proporcione el tribunal, que son los folios a rellenar por los opositores, cada uno de ellos con su correspondiente etiqueta en el margen superior derecho para mantener el anonimato.

Esta última medida del etiquetado de los folios también es novedosa este año, con el propósito de mantener la máxima transparencia a la hora de corregir los exámenes. Y como cualquier novedad trae su cola, en algún tribunal de los de Historia en la provincia de Alicante hubo sus más y sus menos, porque la inspección accedió al aula, mediada la prueba de ayer, para advertir sobre la exigencia de dejar libres los márgenes superiores para las etiquetas conforme los aspirantes necesitaran los folios.

«Para garantizar el anonimato de las pruebas no se puede poner el nombre, ni firmar, ni incluir marca o señal alguna que permita la identificación del aspirante», concretan las instrucciones. Incluso se contempla la «anulación del ejercicio» si no se cumplen estas consideraciones.

No obstante, no sentó bien en el citado tribunal de Historia que se interrumpiera la prueba ya iniciada para advertir sobre estos extremos, ni que se incluyera entre los temas a un filósofo tratándose de un ejercicio para profesores de Historia.

Por descontado, lo de salir al aseo queda también erradicado si la causa no está plenamente justificada, y siempre en compañía de algún miembro del tribunal. Los dispositivos electrónicos están asimismo descartados o en cualquier caso deben permanecer apagados, nada de modos «avión» o «silencio».

Clínex

La oposición para los futuros profesores también prohíbe tajantemente «el uso de pañuelos de papel». Los motivos, los mismos que para el etiquetaje de los botellines de agua, ya que los clínex son susceptibles de incluir chuletas.

No obstante, y ante una urgencia que llevara al aspirante a necesitar un pañuelo, el reglamento concede que serán los propios «miembros del tribunal quienes lo facilitarán». Toda seguridad es poca.

Este reglamento de instrucciones editado por Educación para los aspirantes de la pruebas de 2019, en las que se encuentran inmersos desde el miércoles día 26 cerca de 21.000 opositores en la Comunidad -6.000 de ellos en la provincia-, precisa además de forma general que «se prohíbe el uso de cualquier otro elemento que el tribunal no considere que sea imprescindible para el desarrollo de la prueba». A tomar nota.

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