La primera noche de fuegos en el Cocó cubrió ayer de cromatismo el cielo de Alicante con un castillo que los autores, de la Pirotecnia Alpujarreña calificaron de «ágil e intenso».

La arena tanto de la playa del Postiguet como la de la Albufereta y La Almadraba, desde el Cabo de las Huertas, se llenó de aficionados a un espectáculo que no deja de provocar exclamaciones plagadas de ilusión que no son patrimonio único de los más pequeños. El emplazamiento en el Cocó aporta el plus de los fuegos acuáticos con los que los concursantes tratan de dar el do de pecho y distinguirse para conseguir el premio. Este primer despliegue de color da paso esta noche a la Pirotecnia Pablo que se estrena en el tradicional concurso de fuegos.