El Hospital de Sant Joan ha incorporado para los enfermos de ELA nuevos profesionales de la enfermería y de trabajo social, que permitirán incrementar el tiempo que los pacientes pueden permanecer en su domicilio.

Estos profesionales actúan como enlace entre los distintos recursos sociosanitarios del departamento de salud Alicante-Sant Joan d'Alacant, como indican desde el centro hospitalario, que está llevando a cabo medidas de mejora para los pacientes crónicos complejos coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la ELA. «Repercute de manera positiva en la continuidad asistencial de los pacientes afectados de ELA», aseguran desde el hospital.

Con la nueva enfermera gestora de casos comunitaria, Josefa Martínez, el servicio cuenta con tres profesionales -junto a Mar Luri y Raquel Picazo-, con la labor de enlace entre los distintos niveles asistenciales.

En cuanto a la trabajadora social, Susana Muñoz, contribuirá, dentro del equipo sanitario, a gestionar la problemática social que surge en torno a la persona enferma y su familia, «apoyando y coordinando el acceso a los recursos sociosanitarios».

La gerente del departamento, Beatriz Massa, subraya que «nuestra intención es seguir reforzando la figura de la enfermera gestora de casos, lo que significa también una apuesta por la atención domiciliaria y poder prestar la atención que corresponde, siempre en línea con los deseos del paciente de permanecer en su domicilio el mayor tiempo posible».

Precisamente esta es una de las primeras demandas que realizaron los pacientes, a través de la asociación ADELA-CV, desde la creación de la Unidad Motoneurona-ELA del Hospital hace dos años.

Continuidad

Las enfermeras gestoras de casos comunitarias realizan un seguimiento domiciliario de los pacientes con ELA en las fases de mayor complejidad, y están en permanente contacto con el equipo de atención primaria y con las residencias sociosanitarias. Esto permite la continuidad asistencial en todo momento según las fases de la enfermedad, como explican desde el hospital.

«A través de las enfermeras gestoras, vamos conociendo a los pacientes desde el principio de la enfermedad, lo que supone un importante cambio en el concepto de la atención domiciliaria porque antes atendíamos a los pacientes con ELA en las fases finales», añade el responsable de la Unidad, Pablo Tordera.

Estas medidas favorecen por otra parte «la toma de decisiones compartidas y el establecimiento de un plan de atención individualizado». Tordera concreta que el soporte se produce momentos determinados como ante una infección respiratoria, para administrar tratamientos intravenosos, el cambio de una sonda, en el tratamiento de cuadros de disnea en pacientes con ventilación mecánica o por el control del dolor en la evolución de la enfermedad.