Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Acto protocolario

¡Qué cuadro!

La breve ceremonia mezcló dos sensaciones, a priori, enfrentadas: la frialdad y la emoción

Instante en el que se destapa el retrato de Echávarri, en ausencia del exalcalde socialista. álex domínguez

Sin el protagonista, que se excusó a través de las redes. Con un retrato más que realista, según coincidían los presentes. Con un socialismo fracturado, entre los concejales que se van y los que vienen, que se mueven como un banco de peces y siguiendo a la líder espiritual, Trini Amorós, la «dos» de la lista. Y con un distanciamiento que también fue evidente en el todavía equipo de gobierno, entre el alcalde y Goitia, su teórica «mano derecha». Así transcurrió ayer el acto protocolario de colocación del cuadro de Gabriel Echávarri en la galería de los alcaldes del Ayuntamiento de Alicante, una zona anexa al Salón Azul que mañana sábado acogerá el pleno de investidura.

La breve ceremonia mezcló dos sensaciones, a priori, enfrentadas: la frialdad y la emoción. La frialdad por la ausencia del protagonista, Gabriel Echávarri, que anunció horas antes que no iba a acudir a la cita: «Por decisión personal, llevo más de un año alejado de la vida pública, sin acudir a ningún acto ni evento en calidad de exalcalde de la ciudad, y así va a continuar. Quiero trasladar [...] el tremendo orgullo como alicantino de haber sido alcalde de la ciudad que amo». Dicho y hecho. Echávarri no fue, aunque estuvo muy presente en los discursos. El alcalde en funciones, Luis Barcala, subrayó que con la colocación del retrato, trabajado durante un mes y medio en óleo sobre madera, «se reconoce al exalcalde, que pasa a la historia por la labor de servicio público desarrollada en el cargo» entre 2015 y 2018. La emoción llegó por parte de la «dos» de Echávarri y portavoz municipal, Eva Montesinos, a la que le costó reprimir las lágrimas. En sus palabras, la socialista reivindicó la figura del exalcalde y deseó, en voz alta, que «el tiempo le hará justicia», en alusión a las dos causas pendientes por presunta prevaricación administrativa.

El cuadro, obra del artista Jesús Zuazo y que para los que lo vieron refleja de manera realista la imagen de Echávarri («está clavado», se escuchó repetidamente durante el acto), estará provisionalmente en un lateral de la galería de los alcaldes, aunque Barcala anunció una reestructuración del espacio para que los regidores de la actual etapa democrática estén juntos en la zona más visible de la sala. La colocación definitiva, según avanzó ayer, estará lista tras el verano.

Por entonces, ya arrancado el nuevo mandato municipal, las diferencias entre concejales que se evidenciaron ayer ya no se repetirán, al menos con los mismos protagonistas. Pese a ser un acto protocolario, los socialistas (los que se marchan y los que se estrenan) exhibieron su distancia: por un lado, Montesinos y Fernando Marcos; por otro, Sanguino, Trini Amorós (que ejerce de líder del grupo), Lara López... y así parte de los concejales electos del PSOE que tomarán mañana posesión de su acta. La misma distancia que entre los dos sectores socialistas se vio ayer entre el alcalde en funciones y la todavía vicealcaldesa, Mari Ángeles Goitia, que deja el Ayuntamiento tras doce años al ser excluida de la lista popular. La nómina de presentes en el acto se completó con Compromís: con Bellido, que sigue, y Espuch, que se va, también enfrentados. Desde ayer, la galería de los alcaldes cuenta con un nuevo cuadro, ya son 58 en total. El siguiente, pase lo que pase mañana, será el del popular Luis Barcala.

Compartir el artículo

stats