La mayoría de las actividades delictivas relacionadas con la falsificación las llevan a cabo redes de delincuencia organizada cada vez más profesionalizadas, que pueden obtener grandes beneficios mientras corren unos riesgos relativamente escasos. A esta conclusión llega la primera evaluación a escala de la UE sobre la amenaza que representan los delitos contra la propiedad intelectual (PI), realizada por Europol y la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), que alertan de un aumento en el mercado «pirata» de medicamentos falsos para tratar de enfermedades graves.

En el informe se subraya, asimismo, que, aunque la mayoría de las falsificaciones en el mercado de la UE se producen fuera de Europa, en particular en ciertas zonas de Asia, la fabricación doméstica en los estados miembros va al alza. La evaluación de las amenazas, llevada a cabo utilizando datos a escala de la UE y el análisis de información de inteligencia estratégica, incide en que, además de las categorías tradicionales de prendas de vestir, calzado y productos de lujo falsificados, existe un comercio creciente de productos falsificados que pueden dañar la salud humana. Un ejemplo de esta situación sería el comercio de medicamentos falsificados para el tratamiento de enfermedades graves, que parece estar aumentando.

Además, los productos falsificados se envían cada vez más en paquetes pequeños y mediante servicios de mensajería urgente, que resultan más difíciles de detectar por las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley.

En la evaluación de las amenazas existentes el informe concluye, asimismo, que los contenidos digitales ilegales en línea siguen distribuyéndose a través de portales de BitTorrent y las redes entre iguales, pero también, cada vez más, a través de los cyberlockers (sitios web de alojamiento de archivos).

Los propietarios de esas plataformas generan beneficios mediante anuncios digitales que, a menudo, llevan incorporada publicidad de marcas importantes. En muchos casos, estos sitios se usan también en actuaciones contra los consumidores, empleando técnicas de captación ilegítima de datos confidenciales o la difusión de software malicioso.

El director ejecutivo de la EUIPO, Christian Archambeau, señala que «esta evaluación de las amenazas dibuja un panorama sombrío respecto al alcance y la amplitud de las actividades de falsificación y piratería en la UE, y al daño que pueden causar a las empresas legítimas y a los consumidores. Mediante nuestra colaboración con Europol, nuestro objetivo es apoyar los esfuerzos de las autoridades policiales en su lucha contra los delitos que afectan a la Propiedad Intelectual, sobre todo en el entorno en línea.

Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol, subraya, por su parte, que «este informe muestra, claramente, que la falsificación y la piratería no son delitos sin víctimas. Los grupos de delincuencia organizada que producen y venden estos artículos no respetan la calidad de los productos que, muy a menudo, suponen un riesgo para la salud y la seguridad».