El Instituto de Ecología Litoral califica de caso aislado la aparición de la carabela portuguesa que ayer picó a una mujer cuando se bañaba en una cala del Cabo de las Huertas de Alicante obligando a su traslado al hospital de Sant Joan para ser atendida. De momento, no obstante la situación no es ni mucho menos de alarma, aunque se han visto también muchos ejemplares de este organismo colonial con apariencia de medusa en La Manga (Murcia). La mujer sigue ingresada en el Hospital de San Joan, donde evoluciona favorablemente.

Lo normal, según apuntan fuentes del Instituto de Ecología Litoral es que las carabelas o fragatas aparezcan a principios de primavera porque su avistamiento no tiene que ver, por ejemplo, con la temperatura del mar como sucede con las medusasmedusas. Son organismos vivos que están en el Atlántico y entran en el Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar empujados por los vientos. Extraordinaria fue su presencia el año pasado. Lo habitual es que se detecten dos o tres al año, explican desde el Instituto.

Con apariencia de medusa, la carabela es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia. Se trata de una agrupación de hidroides que se dividen el trabajo: el neumatóforo (parte que flota o vela), los gastrozoides (digestión), dactilozoides (detección y captura de presas, y defensa) y los gonozoides (se ocupan de la reproducción).

Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 centímetros que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.

Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Estas cápsulas, ante el estímulo apropiado, liberan un filamento hueco que puede ser de distintos tipos: simples ventosas, prolongaciones largas de los tentáculos que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteica que paraliza a la presa.

Los tentáculos tienen por objeto envolver a las presas e introducirlas en la boca hasta la cavidad gastrovascular, donde comienza la digestión. La carabela portuguesa es un carnívoro. Con unos tentáculos venenosos, atrapa y paraliza a su presa. Por lo general, captura pequeños organismos acuáticos como peces y plancton.

Como depredadores están las tortugas boba y de carey, ya que su piel es demasiado gruesa para que el veneno de la picadura les afecte. La babosa de mar Glaucus atlanticus, también se alimenta de la carabela portuguesa, al igual que el caracol violeta Janthina janthina.

Por su parte, el pulpo manta es inmune al veneno de la carabela portuguesa, e individuos jóvenes llevan tentáculos de carabela portuguesa, presumiblemente con fines ofensivos y/o defensivos. La dieta principal del pez luna consta, precisamente, de medusas, pero también puede incluir ejemplares de carabela.

No confundas la carabela portuguesa con otras medusas