"Hace cincuenta años, en Junio de 1969, terminamos el Preuniversitario, así se llamaba en aquellos años, el último curso del Bachillerato, un grupo de alicantinos, en este caso sin el alicantinas, pues en aquella época no existía la educación mixta" , según comenta un antiguo alumno del Colegio Maristas en la Avda. de la Estación, frente a la Diputación.

Este fin de semana han celebrado en una comida, con gran asistencia, 46 de los 51 convocados, en un restaurante del Casco Antiguo la comida de celebración del cincuentenario.

Además de los abrazos y los reencuentros, sobre todo con los que viven lejos de Alicante, después de la comida se proyectó un PowerPoint con su pequeña historia, que es la historia de una generación y de una ciudad.

Repasaron como era la ciudad de los 60, como eran sus juegos, sus lecturas y, sobre todo su cines que estaban el epicentro de sus vidas, en salas de gran cabida, como el Monumental, el Capitol u el Rialto, con dos y tres películas en una tarde, y varias categorías que terminaban en el "gallinero"

Además, pasaron la tarde con maravillosos recuerdos de tiempos vividos y con la música, centro de casi todo, y que les ha acompañado con Bob Dylan, Jetrho Tull, Creadence, Rolings, Beatles, Simón y Garfunkel, Animals o Pekenikes, Bravos o Adamo.

Por otro lado, se vieron en fotos de niños y de jóvenes, en un esfuerzo colectivo de búsqueda de material, y recordamos a los que en estos años nos dejaron, Manolo Solbes, Paco Caplín, José Luis Candela, Carlos Wander, José Luis Luna, Jorge Moltó, León Dupuy, Antonio Guillén, Damián González, Guillermo Castelló, José Luis Luna, Pepe Sala y Javier Rodríguez.

En resumen, se alegraron de rencontrarse y de ver lo afortunados que han sido viviendo tantos cambios en nuestro país, ya que nacieron en la Dictadura y están en Europa. Llegaron al mundo laboral cuando era fácil. Estudiaron la gran mayoría la carrera que les gustaba sin la enorme competencia actual, trabajaron casi todos en su ciudad y llevan muchos años aportando lo mejor de ellos en muchos ámbitos, salud, gestión pública, judicatura, ingeniería, empresas, universidad, investigación, cultura, etc. Y han llegado a la edad entre 66 y 68 años en un estado físico y mental imposible para las anteriores generaciones.

Y, además, se sienten felices porque fueron educados en valores de compromiso, de solidaridad, de amistad, de lealtad y, sobre todo, de visión de futuro, lo que les hace ver esta época de su vida como una oportunidad más para aportar en mejorar la sociedad e incluso para sentirse capaces de ver el pasado sin nostalgia y la falta de sus amigos. El Colegio Marista les unió, pero son un grupo de gente que tuvo la oportunidad de hacer una piña que continúa.

Y, a pesar de la edad, siguen creyendo que el futuro es suyo, aunque saben que realmente es de sus hijos e hijas y nietas y nietos, pero tienen que estar ahí ayudando a que sea mejor. "Amigos de siempre, aunque no se vean en 50 años, con valores compartidos y deseo de trabajar para un futuro mejor, en una ciudad, Alicante, a la que queremos, y a la que, los que han tenido que irse lejos, siempre quieren volver, porque además son acogidos por los que aquí vivimos con los brazos abiertos" concluye un exalumno de Maristas.