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«Burnout», una enfermedad social

«Burnout», una enfermedad social

Es noticia porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) la acaba de incluir en la clasificación internacional de enfermedades.

Esta enfermedad puede tener una causa social, la propia sociedad puede generar algunas de ellas como por ejemplo el acoso o violencia escolar denominadas «bulling» o «mobbing», y también el «burnout», que equivale a estar quemado; pero también hay otras muchas como, por ejemplo, el narcisismo, la violencia o generar una baja autoestima.

En el quemado hay despersonalización, rigidez, anulación afectiva, falta de realización, agotamiento, o despersonalización, caída de la realización laboral.

«Burnout» equivale a estar quemado, o si quiere achicharrado o consumido, es un estado de desgaste laboral. Este estrés laboral se da específicamente en profesiones que mantienen un contacto constante y directo con los beneficiarios de su trabajo, en una relación de ayuda o servicio.

Es un estado de agotamiento vital, físico y emocional producido por la implicación o involucración crónica en el trabajo, en situaciones emocionalmente demandantes.

De hecho, supone una respuesta inadecuada a un estrés emocional-laboral-crónico y se expresa con agotamiento físico y psicológico, con mantener una actitud fría o despersonalizada en la relación con los demás, y sentimiento de fracaso en lo que se realiza.

Sus causas interaccionan y pueden ser muchas. Por ejemplo, una relación negativa entre el medio laboral, el equipo y los clientes. Puede aparecer si hay grandes diferencias entre las expectativas laborales y la realidad o una relación constante con personas cargadas de frustración, lo que hace morir la esperanza. También la favorecen la sobrecarga de trabajo o la falta de estímulos, la ausencia de refuerzos o felicitaciones y altas previsiones de castigo o penalizaciones, o de igual manera las interacciones con profesionales mal preparados o poco motivados, es decir malos profesionales.

Importa reconocer esta situación cuanto antes. A veces, antes de que se produzca hay inseguridad, impericia; luego, escepticismo y, finalmente, despersonalización o rigidez, anulación afectiva o falta de realización personal, lo que supone sentimiento de incapacidad, baja autoestima o insuficiencia laboral y agotamiento.

Hay ciertos factores o circustancias que se relacionan con el «burnout», como son: a más edad, más seguridad, pero también más desgaste. Las mujeres parecen más resistentes, pero acumulan más tareas, o presentar ciertos rasgos de personalidad, pues se sabe que los más implicados emocionalmente en el trabajo son los más vulnerables, de igual manera influye el entrenamiento, los menos habilitados profesionalmente son los más vulnerables.

Se expresa con manifestaciones psicosomáticas: fatiga, cefalea, insomnio, trastornos gastrointestinales, hipertensión, cardiopatía isquémica. Conductuales como centrismo laboral, es decir una dedicación excesiva al mismo, el abuso de sustancias, conflictos familiares, conductas de riesgo, manifestaciones emocionales como ansiedad, impaciencia, irritabilidad, desconfianza, depresión, y también manifestaciones defensivas, como aislamiento, negación de emociones, lanzamiento de sentimientos hacia otras situaciones, atención selectiva, cinismo.

En el trabajo, los que están muy estresados, suelen ser incómodos para sus compañeros y crean mal ambiente. Es difícil trabajar con ellos, su rendimiento es bajo, protestan, hay agresividad y pueden tener problemas tipo denuncias. Presentan con frecuencia objeciones y problemas a sus jefes sobre lo que deben hacer. Son ineficaces y foco de conflictos. Critican los fallos, pero no aportan soluciones.

Los médicos quemados son unas veces pasotas y, otras, agresivos con los pacientes. Los enfermeros con frecuencia sobrecargan de trabajo a sus compañeros.

En resumen, en el trabajo esa situación genera insatisfacción y deterioro del ambiente laboral, disminución de la calidad del trabajo, absentismo laboral, abandono de la profesión y reconversión profesional. El que está quemado en lo profesional suele estarlo en lo personal.

Esta situación tiene consecuencias familiares: puede haber incomunicación, hostilidad y ruptura familiar; o consecuencias personales, lo que se expresa con exaltación de actividades extralaborales, hobbies, aislamiento social, trastornos psíquicos del tipo de depresión, ansiedad, conductas suicidas, o abuso de drogas legales.

Las relaciones sociales de la persona que sufre «burnout» o con el que lo sufre suelen ser difíciles.

Se marcan por la irritabilidad, la inseguridad y la inestabilidad. Con frecuencia se producen reacciones de huida tipo hobbies, compras, alcohol. Son sujetos incómodos que crean mal ambiente. Es difícil trabajar con ellos, con frecuencia hay protestas, falta de rendimiento o agresividad y son propensos a tener problemas médicos legales; por ejemplo denuncias, que generan en más «burnout».

¿Cómo prevenir y tratar el «burnout»?

En el manejo individual, el afectado debe trabajar mejor en vez de trabajar más, establecer objetivos realistas, ni pasarse de utópico, ni quedarse en santo Tomás; hacer lo mismo pero de distinta manera, aplicando ingenio, ilusión y curiosidad; tomar los asuntos con cierta distancia; implicarse pero no perder nunca los límites y el control; pensar antes de actuar, usar protocolos y evitar las rutinas; hacer pausas, y cuando se acaba, se acabó; y cuidar de sí mismo.

También importa mantener la vida privada, familia y amigos. Si nos ven quemados, pueden ayudarnos. El ocio es importante, aunque no lo es todo, o participar en colegios, asociaciones, actividades científicas, y contar con buenos apoyos; el «burnout», a veces, nos enfada con compañeros o amigos, y ellos son importantes.

De igual manera, conviene cuidarse a sí mismo, acentuar los aspectos positivos de lo que se hace, evitar la desesperanza y conocerse y fiarse de uno mismo, de las propias cualidades y los recursos reales, también los propios límites y sí se precisa, pedir ayuda; establecer límites.

Aquí se intenta que se conozca mejor la situación, se habiliten medidas para que no se presente y si aparece, pueda manejarse y resolverse.

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