Las playas de la Costa Blanca arrancan oficialmente la temporada de baños el próximo fin de semana y desde ayer los operarios municipales se han distribuido por sus municipios para poner a punto los arenales, principal patrimonio turístico de la provincia para los tres millones de bañistas previstos entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, temporada alta. Al margen de que desde el sábado ya estarán operativos todos los equipos de salvamento y los botiquines, este año muchos paseos marítimos contarán con palmeras tecnológicas, torres que permiten la recarga de los dispositivos móviles, de momento en Torrevieja y Santa Pola, pero se prevé instalarlas en otras playas.
En Alicante, ayer se seguía trabajando en las baterías de los lavapiés, montando los chiringuitos, pasarelas de madera, y ya se han habilitado por completo las zonas de hamacas. En cuanto a la infraestructura de las playas accesibles, dotadas con personal especializado, comenzarán su actividad el 1 de julio en el Postiguet, San Juan y Urbanova. En Tabarca entrarán en servicio el 15 de junio. Por otro lado, los servicios municipales de limpieza han retirado desde enero un total de 1.024 toneladas de algas, la mayor parte tras los temporales del pasado mes de abril.
Actualmente, las playas de la Comunidad Valenciana disponen aproximadamente de 2.000 unidades de lavapiés con agua tratada de mar, que se suministra desde 89 estaciones de bombeo, evitando así la utilización de agua potable. Esta actuación es respetuosa con el medio ambiente al utilizar un recurso tan cercano en la playa como es el agua del mar. Otro elemento fundamental dentro de la infraestructura higiénica son las papeleras, que junto con los grupos de recogida selectiva, las máquinas limpiaplayas y los equipos municipales permiten disfrutar de las zonas de arena todos los días en las mejores condiciones posibles. Turisme tiene repartidas 5.500 papeleras y 1.000 grupos de recogida selectiva que permiten a los usuarios separar los residuos en orgánicos, papel, briks y latas.
Turisme mantiene el operativo del año pasado con aumento de casetas de baño, zonas para el baño de personas de movilidad reducida y, en principio, seis palmeras tecnológicas, dos en Santa Pola y Torrevieja. Estos dispositivos portátiles tienen una doble función. Por una parte, sirven para permitir la carga de los dispositivos móviles mediante la conversión de energía solar, y por otra, como herramienta de marketing e imagen y de diferenciación del destino turístico, al situarse en lugares con gran visibilidad.
El objetivo es mantener la excelencia y la calidad de las playas con nuevos servicios turísticos, además de reforzar la reparación y el mantenimiento de las infraestructuras higiénicas y lúdicas. La finalidad es que los turistas dispongan de los mejores servicios este verano, pero también fuera de la temporada estival. Turisme mantiene 100 casetas de baño vestidores, 32 están en las playas de la Costa Blanca. Aumentará el número de juegos infantiles con temática de la fauna marina, y otros de flora y especies arbóreas. Se trata de instalaciones que cuentan con numerosos elementos para el disfrute de los más pequeños. Desde toboganes en espiral, toboganes abiertos, puentes con peldaños colgantes y con redes de trepa, hasta barras de psicomotrocidad, tableros temáticos y bancos, permitiendo el juego y la interacción entre los niños y así fomentar el desarrollo de sus habilidades. Se ubican en 48 playas, 17 en Alicante. Dénia, Xábia, Teulada, Calp, Altea, Alfàs del Pi, Benidorm, Finestrat, la Vila Joiosa, El Campello, Alacant, Elx, Santa Pola, Guardamar, Torrevieja, Orihuela y Pilar de la Horadada.
El PP exige al Gobierno que resuelva el futuro del Imserso
Agustín Almodóbar, diputado nacional del PP por Alicante, exigió ayer al Gobierno en funciones una actuación rápida para que se aclare «cuanto antes» el futuro del Imserso. El programa estatal de vacaciones sociales cuyos pliegos de contratación se encuentran recurridos por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (debido a la escasa o incluso nula rentabilidad para el sector. «Se está generando una incertidumbre innecesaria y pone en peligro el mantenimiento de la actividad durante la próxima temporada baja, afectando no sólo a los usuarios, que no podrán disfrutar de sus vacaciones, sino también a los puestos de trabajo de más de 12.000 personas», explica el político de Benidorm. «Es hora de que los ministerios de Turismo y de Bienestar Social eviten pasar el tiempo y se pongan a buscar soluciones inmediatas para impedir que los hoteleros se vean abocados a cerrar en invierno».
