Alicante también ha conmemorado este sábado el Día Mundial del Comercio Justo. El paseo de Federico Soto ha albergado la jornada de reivindicación que ha contado con actividades infantiles, puntos de información, degustación y venta de productos de comercio justo con música en directo. Las organización, además, han aprovechado para reivindicar acciones a los políticos durante la jornada de reflexión.

En el evento han participado casi una veintena de organizaciones no gubernamentales (ONGD) y cooperativas de consumo responsable. La celebración, organizada por la Coordinadora Valenciana, ha contado con la colaboración de la Generalitat Valenciana y el propio Ayuntamiento de Alicante.

"Con esta jornada, queremos acercar a la ciudadanía el comercio justo, que trabaja desde hace más de 60 años en todo el mundo para demostrar que hay alternativas para consumir productos que no violan los derechos humanos y los derechos laborales de nadie y que respetan el medio ambiente. El comercio justo ofrece productos exquisitos que garantizan, por ejemplo, que en su elaboración no ha habido explotación infantil y se ha respetado la igualdad entre mujeres y hombres", ha explicado Antonio Mira-Perceval, portavoz de la Coordinadora Valenciana de ONGD en Alicante.

Además, la celebración por su Día Mundial ha coincidido con la jornada de reflexión de las elecciones municipales, por lo que las organizaciones han aprovechado para instar a los políticos a que, durante el próximo mandato, impulsen el consumo responsable y el comercio justo en todos los municipios alicantinos.

"Orihuela fue la primera localidad de la Comunidad Valenciana que obtuvo el título de 'Ciudad por el Comercio Justo', con el que se reconoce el compromiso del municipio con este movimiento, y València acaba de recibirlo este mes de abril. Esperamos que en los próximos cuatro años, podamos celebrar también que otras localidades alicantinas se han unido a este club responsable, del que ya forman parte 2.175 ciudades en todo el mundo, entre ellas Londres, Roma, Copenhage, Melbourne y San Francisco, por poner algunos ejemplos", ha añadido Mira-Perceval.

Por debajo de la media

El consumo de productos de comercio justo ha crecido en España en 2017 un 8%, hasta alcanzar una facturación de 43 millones de euros, lo que ha supuesto un impacto positivo en comunidades desfavorecidas de 39 países, principalmente en América Latina, pero también en Asia y África.

"A pesar de este crecimiento, España todavía se encuentra muy por debajo de la media europea con un consumo medio por persona y año de 0,93 euros frente a los 14,1 euros en Europa. Por eso es importante seguir apostando desde las instituciones públicas, las ONGD y entidades sociales, y el sector privado por este tipo de consumo responsable que pone en el centro la vida de las personas productoras y el medio ambiente", ha explicado el portavoz de la Coordinadora.

Los productos de comercio justo más conocidos y consumidos son los que provienen de la agricultura (principalmente azúcar, café y cacao), un sector en el que se concentra el 70% de la explotación laboral infantil, que afecta a 152 millones de niños y niñas (uno de cada 10) en todo el mundo. Frente a datos preocupantes como los de la Organización Internacional del Trabajo que cifran en 25 millones el número de personas sometidas a trabajo forzoso, el comercio justo garantiza que más de dos millones de personas se ganan la vida dignamente en comunidades de 75 países empobrecidos.

En relación con el medio ambiente, a nivel mundial la agricultura consume un 30% del total de la energía y genera el 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los productos procedentes de comercio justo que más se consumen en España reducen al mínimo el impacto ambiental en sus países de origen, y no compiten, además, con la producción local porque se trata de productos que no se cultivan en nuestro país.