¿Vendrá «Cachas» a vivir a Alicante con su dueño o se quedará en Valladolid con su dueña? La custodia de «Cachas», un West Higland Terrier cuya tenencia se disputan Carlos y Silvia, una pareja de Valladolid que rompió tras una relación de más de tres años, deberá de ser finalmente acordada por un juez ante la falta de acuerdo entre ambos contendientes en un inusual proceso por la tenencia del animal que «cosifica» el actual Código Civil pero al que la nueva reforma, actualmente paralizada, confiere la condición de «ser sensible».

El exnovio, quien ha iniciado una nueva relación, tiene previsto trasladarse a Alicante de forma permanente a partir de julio con su nueva novia.

La decisión pende ahora de la sentencia que emita el titular del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid, donde ayer se celebró la vista, sin acuerdo entre las partes, y ello a pesar de la advertencia del magistrado del carácter inapelable de su fallo y del consejo previo dado a los litigantes para que trataran de buscar un punto intermedio.

«¿Seguimos en las mismas circunstancias? ¡Deberían ustedes alcanzar un acuerdo, seguro que mucho mejor que la imposición de un tribunal! ¡Ahí lo dejo!», interpeló el juez a las partes en tono conciliador para, en declaraciones recogidas por Europa Press, recordar también lo inusual del hecho y precisar que la contienda afecta no ya a una cosa, como así entiende el actual Código Civil, sino a un «ser sensible», anticipándose así al proyecto de ley, actualmente paralizado, pero que esta próxima legislatura podría ver la luz otorgando a los animales dicha calificación.

El consejo del magistrado no surtió efecto alguno, con lo que se celebró la vista en la que los letrados de los litigantes mantuvieron sus posiciones. La letrada de Silvia la solicitud de que continúe la custodia compartida del can, con estancias de quince días en el domicilio de uno y otro y la posterior entrega de «Cachas» en un centro de peluquería canina, algo que el mismo juez ya acordó como medida cautelar y provisional, y el abogado de él consistente en la «tenencia exclusiva» del animal por parte de su cliente.

El juez consideró que el hecho de que el exnovio se traslade a Alicante a vivir puede dificultar la posibilidad de seguir con la custodia compartida. «Para las entregas, Alicante no está ahí al lado, la cosa no sería fácil», advirtió.

Sin embargo, la exnovia, a través de su abogada, porfía en la custodia compartida tras advertir de que ambos son titulares del perro y que incluso ella, como así ha certificado vía documental, fue la que desembolsó los más de 377 euros por la compra que cargaron en su cuenta y que también ha venido sufragando al 50% el resto de los gastos de alimentación y cuidados. El abogado del exnovio rechaza cualquier fórmula de custodia compartida y reclama la tenencia en exclusiva, aunque siempre dispuesto a abonar a su expareja una indemnización compensatoria.

«Actualmente sigue siendo un bien mueble, y la titularidad del mismo la tiene mi mandante porque así consta en el registro», incidió el letrado, quien defiende que en el supuesto de que el juez optara por mantener la custodia compartida, sea la demandante la que, en aplicación por analogía del Derecho de Familia, se traslade a Alicante cada vez que le toque estar unos días con el can.