Hoy viernes 24 de mayo la Asociación de Epilepsia de la Comunidad Valenciana (ALCE) cierra en Alicante su campaña de sensibilización con la caminata solidaria "Un millón de pasos por la epilepsia".

La idea de la caminata parte de la Federación Española de Epilepsia y se va a realizar en varias ciudades de España, entre ellas Alicante, de forma que 350 personas en cada ciudad, andando tres kilómetros, harán un millón de pasos por la epilepsia.

La asociación hace un llamamiento a todos los ciudadanos para que participen esta tarde en la denominada marea naranja con la que se pretende visibilizar esta patología. Además, el castillo de Santa Bárbara aparecerá al caer la noche iluminado con el mencionado color en solidaridad y apoyo a este evento y a esta jornada especial.

La salida del recorrido es hoy viernes a las 18 horas desde el IES Jorge Juan 8 hasta la plaza La Estrella, en la avenida Maisonnave. En cualquier caso, el evento, entre las 17 y las 20.30 horas, también contará con un photocall y una mesa informativa.

A los participantes, previa inscripción gratuita, se les hará entrega, a las 17.30 horas, de un dorsal y una mochila-refrigerio. Al final de la caminata se sortearán diversos obsequios.

Desde ALCE se recuerda que las crisis epilépticas se producen cuando grupos de células nerviosas en el cerebro siguen una señal anormal, cosa que altera brevemente la conciencia, los movimientos o acciones de la persona. Afectan a la corteza cerebral donde están las funciones cerebrales que requieren nuestra voluntad (por ejemplo hablar, entender, memorizar, movernos, prestar atención€) y también es la que recibe información de nuestros sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto). Por tanto, una crisis epiléptica puede alterar una o varias de estas funciones y por eso las crisis epilépticas pueden ser muy variables. A menudo les dicen "convulsiones" pero las crisis no siempre se manifiestan así. Vamos a intentar describir los diferentes tipos de crisis.

Las crisis pueden ser:

a) Parciales: la actividad bioeléctrica se limita a una zona específica del cerebro. En su forma simple, los músculos de las manos, pies o cara controlados por esa parte del cerebro, se mueven involuntariamente durante la crisis. En este caso no hay pérdida de conciencia.

En función de la zona afectada también podemos encontrar diferentes tipos: Motoras ( afectan al aparato locomotor) Gelásticas (de risa): variedad muy atípica que aparece en niños pequeños y que se ríen sin motivo. Sensoriales: el paciente puede ver u oír sonidos inexistentes o tener alucinaciones visuales y auditivas. Psíquicas: sensación de irrealidad como si se encontrara en un sitio extraño ( jamais vu) o un efecto contrario de déjà vu o familiaridad.

En su forma compleja, existe una pérdida del estado de alerta; durante estas crisis, no responde o responde de forma incoherente o con conductas inapropiadas. Pueden realizar movimientos automáticos, llamados "automatismos", que ayudan a identificar las crisis: chupeteos, movimientos bucales con intentos de tragar, frotarse las manos o movimientos de otro tipo que, si no se está atento, pueden pasar desapercibidos. Incluso pueden caminar sin ser conscientes de ello.

b) Generalizadas: afectan a los dos hemisferios cerebrales (lados del cerebro) desde el inicio de la crisis. Las más habituales son:

Crisis tónico-clónicas (antes llamadas gran mal): la persona cae al suelo Se inicia con la rigidez de las extremidades (fase tónica), seguido por sacudidas de todo el cuerpo (fase clónica), puede morderse la lengua y perder el control de esfínteres (orinarse).

Crisis tónicas: tras una pérdida repentina de la consciencia, los músculos de todo el cuerpo se contraen y sufren una hiperextensión brusca.

Crisis atónicas: se produce una pérdida brusca del tono muscular. La persona que se desploma, por lo que se pueden producir lesiones traumáticas en la cabeza.

Crisis de ausencia (pequeño mal): puede poner los ojos en blanco y parpadear; tiene lapsos donde se queda mirando fijamente y no está consciente, por lo que no puede responder. El episodio dura unos segundos y se recupera como si nada hubiera pasado. En ocasiones se repiten varias crisis en cortos periodos de tiempo ("salvas" de crisis). Es más común en niños que en adultos. A menudo son tan breves que no se aprecian por lo que pueden pasar meses y años antes de que el paciente consulte a un médico.

Crisis mioclónicas: contracciones rápidas y breves de los músculos corporales, que en general se producen a la vez en ambos lados del cuerpo. De vez en cuando implican un brazo o un pie. La gente suele pensar que son sacudidas repentinas o torpeza y al no acudir al médico su diagnóstico suele ser tardío.

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