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La Universidad alerta de que el cambio climático aumentará la virulencia de los temporales sobre las playas

Climatología exige revisar la Ley de Costas de 2013 que no tuvo en cuenta las marejadas a la hora de renovar las concesiones en primera línea del mar - Dénia, Elche y Guardamar son los municipios con más riesgo en la provincia

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Un informe del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante alerta de que la primera línea de costa de la provincia va a ser la zona que sufra las mayores consecuencias del cambio climático en la franja litoral, pero no ya por el aumento del nivel del mar, que se producirá, sino por un incremento sustancial de la frecuencia y virulencia de los temporales que barrerán las playas en los próximos 30 años. Fuertes oleajes y subidas repentinas de la marea que dañan playas y afectan a las construcciones en primera línea. El director del Laboratorio de Climatología de la UA y presidente de los geógrafos españoles, Jorge Olcina, reclamó ayer al Gobierno una revisión urgente de la Ley de Costas «que se modificó en 2013 si tener en cuenta el cambio climático. Es necesario reducir algunas concesiones que se prorrogaron 70 años más y pueden quedar indefensas ante las batidas del mar».

El litoral de Alicante ha sido fuertemente alterado desde mediados de los años 60 del siglo pasado cuando arrancó el «boom» del turismo. Las ocupaciones más importantes tuvieron lugar en los años sesenta, setenta y ochenta hasta la aparición de la Ley de Costas de 1988, que supuso un freno a la ocupación de la primera línea del mar. La ley de Costas de 1988 fue modificada por la legislación vigente desde 2013, que contiene una ampliación de las concesiones para la ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre.

«Una decisión grave porque no tuvo en cuenta los efectos del cambio climático en la costa y deja indefensos los espacios de primera línea ocupados por viviendas y negocios. Hay varios kilómetros, dentro del dominio público marítimo-terrestre, que una vez ocupados, deben gestionarse de forma especial porque son lugares sensibles que pueden ser afectados por la subida del nivel del mar e incremento en la frecuencia de aparición de temporales de levante», aseveró Olcina.

El presidente de los geógrafos españoles reclamó, en este sentido, que se modifique la Ley de Costas para reducir las concesiones. Para los espacios no ocupados, el Plan de Protección del Litoral del Consell (Pativel) ya ha regulado los usos permitidos en ellos, y lo que debe hacerse ahora es «exigir que se cumplan las determinaciones normativas establecidas en dicho plan, que es el primero en España que utiliza la infraestructura verde como herramienta para la planificación del territorio», señaló el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Los modelos de subida del nivel del mar que se contienen en el estudio sobre efectos del cambio climático en el litoral, del Ministerio de Transición Ecológica, hablan de una subida de entre 0,30 y 0,50 metros para 2050. Pero lo peor en el caso del litoral mediterráneo serán los efectos de los temporales de levante, que está previsto aumenten su frecuencia de desarrollo. «Ya tuvimos una muestra de las consecuencias de estos temporales en enero de 2017, con importantes daños en las casas situadas en primera línea de costa de la provincia en Dénia, Elche-El Pinet y Guardamar del Segura», recordó Olcina.

«Lo más importante, por lo tanto, del efecto del calentamiento en el litoral de la provincia, no es tanto la subida del nivel del mar, que en el Mediterráneo será moderada siempre, al ser un mar cerrado sin efecto de mareas, sino el aumento en la frecuencia de los temporales de levante». Según el catedrático de Análisis Geográfico, el efecto combinado de la subida moderada del nivel del mar y de los oleajes más intensos, ponen en riesgo la ocupación de la primera linea de costa existente.

Para el director del Laboratorio de Climatología de la UA, urge el establecimiento de acuerdos con los «concesionarios» de viviendas y negocios en la primera línea de costa con un elevado riesgo ante estos temporales, para trasladarlos a otra ubicación que no suponga riesgo para la vida de las personas. «Se debe crear una comisión provincial/regional de seguimiento de la subida del nivel del mar en la costa e instalar medidores del nivel del mar para poder evaluar continuamente el efecto del calentamiento climático», sentenció Olcina.

Según los expertos de National Geographic, se espera que este siglo se produzca un aumento de entre 10 y 68 centímetros del nivel del mar en las costas españolas, que podrá ser ya de 50 centímetros en el entorno de 2050. Las zonas más vulnerables son deltas y playas. Este fenómeno causará pérdidas de un número importante de playas, sobre todo en el Cantábrico, y provocará la inundación de buena parte de las zonas bajas costeras especialmente los deltas del Ebro, del Llobregat y de la Manga del Mar Menor. Ciudades como A Coruña, Gijón, San Sebastián, Barcelona, València se pueden enfrentar a inundaciones de parte de sus calles. El aumento del nivel del mar también provocará la salinización de los acuíferos costeros, un problema que se acrecienta con la sobreexplotación de recursos derivados de la urbanización de zonas cercanas al mar.

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