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Los regantes rechazan pagar a 0,35 euros/m3 el agua para desbloquear el trasvase Júcar-Vinalopó

La Junta Central considera inviable la oferta del Gobierno para retomar el envío de caudales desde Cullera

Un agricultor supervisa una vid con uva de mesa. ERNESTO SÁNCHEZ

La situación vuelve a ser límite. Un mes después de las lluvias que aliviaron la sequía que padece la provincia desde hace cuatro años, los regantes de las tres comarcas del Vinalopó y l`Alacantí afrontan un comienzo de la temporada de verano dramático por la falta de agua del Júcar y la cada día más salinizada que se extrae de los acuíferos. A esto se une que las negociaciones con la Confederación Hidrográfica del Júcar para firmar el convenio de explotación del trasvase se han vuelto a bloquear debido a que los regantes no están dispuestos «ni podemos», subraya Ángel Urbina, portavoz de la Junta, a aceptar una tarifa de 0,35 euros el metro cúbico. Precio que ha fijado finalmente el Gobierno para sufragar así los 70 millones de euros que exige a los agricultores para el pago de las obras de un proyecto en que se han enterrado más de 400 millones de euros de dinero público.

Hasta ahora, los regantes han pagado por el agua del Júcar 0,16 euros/m³, cantidad que se elevó a 0,18 euros para el riego de socorro del pasado agosto, pero gracias a la subvención de cerca de 800.000 euros del Consell. Hoy, la empresa estatal Acuamed se ha cerrado en banda con los 0,35 euros/m³, cuando la que se extrae de los acuíferos se paga a 0,14 euros.

Un desencuentro que arrancó en 2005 cuando se cambió la toma del agua del trasvase de Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa, y la Confederación del Júcar acabó expulsando del proyecto a la Junta Central, convirtiéndose en usuaria única del trasvase. De ahí que los regantes subrayen que ellos no deben, con la ley en la mano, pagar los 70 millones de euros que les reclama la Confederación, a día de hoy la titular de los derechos sobre el agua.

Los regantes aseguran que no pueden abonar más que un máximo de 0,21 euros por el caudal del Azud de la Marquesa. «Hasta ahora hemos cedido en todo, incluso aceptar agua de peor calidad, pero no podemos admitir más imposiciones», subrayó ayer Ángel Urbina. En juego, por ejemplo, la cosecha de la uva de mesa del próximo septiembre, cuyas vides se están regando con agua de acuíferos, y lo poco que queda en las balsas, un caudal que se acabará en junio, según apuntaron ayer fuentes de la Junta.

El bloqueo del Júcar-Vinalopó vuelve a poner contra las cuerdas a los regantes de la provincia que, por otro lado, han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar que les permita utilizar ya caudal residual depurado de Villena para tratar de salvar la temporada, ya que en algunas zonas como Aspe ya no hay caudal. El Ministerio para la Transición Ecológica no cede y no habrá agua del Azud de la Marquesa -la opción de Cortes de Pallás pasó a la historia- mientras los regantes no acepten pagar un sobrecoste de 70 millones de euros, algo imposible de asumir, reiteró ayer Ángel Urbina, portavoz de la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó.

La Junta Central -50.000 hectáreas de regadío y una población abastecida de 1,5 millones de usuarios- insiste en que los agricultores no pueden hacerse cargo de la amortización de las obras del trasvase tras el cambio de la toma, ni del pago de la desaladora de Mutxamel, diseñada en principio para abastecer las viviendas del fallido Plan Rabasa, e incorporada después de manera unilateral por el Gobierno al proyecto para suministrar agua ante la falta de calidad del caudal que debe llegar de la desembocadura del Júcar.

Además, los regantes vuelven a reclamar al Ministerio para la Transición Ecológica un riego de socorro para poder garantizar las cosechas del verano, ya que no han vuelto a recibir una sola gota de agua desde septiembre de 2018, cuando se agotó el envío urgente que subvencionó el Consell. Los agricultores aceptan pagar agua de la desaladora pero no asumir el pago de su construcción.

Reserva hídrica

La reserva de agua en la cuenca del Júcar ha aumentado esta semana un 0,3% hasta el 42% de su capacidad total, 20,7 puntos menos que la media española, mientras que la reserva del Segura ha bajado un 0,6%, hasta el 33,2 %, 27,5 puntos menos que la media. Los embalses del Júcar tienen 223 hectómetros cúbicos más que hace un año y 220 menos que la media de los últimos diez años, mientras que los del Segura tienen 44 hectómetros cúbicos más que el año pasado y 244 menos que la media de los últimos diez.

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