Educación ha suspendido el C1 de Valenciano a casi el 80% de los aspirantes a una plaza para profesor en Secundaria, FP, Conservatorio, Escuela Oficial de Idiomas y de Artes Plásticas y Diseño en la convocatoria especial celebrada el pasado 13 de abril. La consecuencia es que los suspendidos no podrán presentarse a las oposiciones que se celebrarán el próximo mes de junio.
El requisito lingüístico es una condición sine qua non para poder participar en las pruebas. Los futuros profesores tienen que acreditar un nivel de C1 en Valenciano y la llamada capacitació que se realiza una vez se obtiene el nivel C1.
Este año la conselleria de Educación ha convocado 4.616 plazas para las enseñanzas citadas, la mayor convocatoria de los últimos años tras la sequía de la crisis. Y llamó a los aspirantes a una prueba extraordinaria de Valenciano para que pudieran obtener el requisito lingüístico y poder así presentarse a la oposición. El problema es que de 843 personas, solo han aprobado 190, el 22,5%.
Gran parte de los afectados se han unido y han presentado quejas ante la Conselleria de Educación e incluso han iniciado una recogida de firmas en «change.org» exigiendo el derecho a revisión de urgencia para, en caso de aprobar, poder presentarse al examen de la capacitació, que que será el próximo 18 de mayo. Una de las afectadas, María Pérez, nombre ficticio, criticó ayer la «improvisación y falta de transparencia de la conselleria». «Pensamos que utiliza el requisito lingüístico como filtro de cara a las oposiciones», afirmó. «Se han solapado los procesos y cuando hemos pedido revisar los exámenes nos dicen que pueden tardar entre tres y cinco meses con lo cual ya es imposible presentarse a las oposiciones, que son el 26 de junio», lamenta. Además, ahora sólo se realiza una convocatoria al año para poder obtener el C1 en Valenciano -antes eran dos al año- y ésta se realizará en junio. «Aunque nos volvamos a presentar a las pruebas generales del C1, a las que se puede presentar todo el mundo, no solo los profesores, son en junio y la Junta Qualificadora tarda un par de meses en publicar los resultados, así que tampoco da tiempo a poder presentarse a las oposiciones», critica esta profesora. «Cada vez lo ponen más complicado. El examen está dividido en cuatro partes y tienes que aprobarlas todas, no puedes compensar unas décimas del oral con el escrito por ejemplo», expone. «Pensamos que si existen dos lenguas cooficiales nos deberían dejar presentarnos a la oposición y luego sacarte el valenciano», reclama.
«Otro parón en tu vida a la espera de que vuelvan a convocar en 2020 y mucho esfuerzo que no ha valido para nada», resume.
Por su parte, desde la conselleria de Educación negaron que esta examen de valenciano sea «un filtro» para las oposiciones y aseguraron que el examen del 13 de abril no fue «ni más fácil ni más difícil que cualquier otra prueba para el C1 de Valenciano o de cualquier otra prueba de la Escuela Oficial de Idiomas de otra lengua». De hecho, indican que el examen mantuvo el mismo esquema que el del C1 general «para facilitar el estudio a los aspirantes».
El caso es que solo el 22,5% de quienes se presentaron han aprobado. «Algo se estará haciendo mal cuando el porcentaje de suspensos es tan elevado teniendo en cuenta que hablamos de personas que se han sacado su carrera y que en la mayoría de los casos han estudiado siempre en la Comunidad Valenciana», destaca la afectada.
Desde el sindicato mayoritario en la enseñanza, el STEPV, señalan que cuando preguntaron por este tema a Educación les aseguraron que la cifra de aprobados estaba en la media de este tipo de pruebas.
El portavoz del sindicato, Marc Candela, explica que el C1 en Valenciano y la capacitació son un requisito, de la misma forma que lo es tener aprobado el master de Secundaria para poder presentarse a las oposiciones. Además, recuerda que el requisito de valenciano se conoce desde 2002, «no es ni mucho menos algo nuevo». No obstante, reconoce que los datos son un problema porque impiden a muchas personas presentarse a la oposición por lo que pide más cursos que ayuden a superar las pruebas. «Lo ideal sería que los alumnos salieran del grado con el C1 y la capacitació para evitar que luego pase esto», propone Candela.
«También estamos peleando con la administración que se multipliquen los cursos para la capacitació igual que se hizo cuando se acababa la moratoria para los interinos», añade Candela.
Para la afectada suspendida en el C1, la capacitació «parece que la hagan para sacar dinero» y pide junto a sus compañeros que sea igual en todas partes. «Existen cursos de un año, otros de seis meses, otros online, otros de un mes, otros libres, en función de la entidad que los imparte, cada una con temarios y procedimientos distintos», se queja.
