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Educación confirma un aumento de 41 aulas en los colegios de la provincia para el próximo curso

La Conselleria mantiene la tónica ascendente en el número de unidades tras los recortes de años anteriores. La mitad de las clases de nueva creación están en la Vega Baja y otras en centros rurales

Escolares de Relleu en el patio del colegio de esta localidad, cuyo aulario forma parte de un centro agrupado con los de Sella y Orxeta. DAVID REVENGA

La Conselleria de Educación ha confirmado un aumento de 41 aulas de Infantil y Primaria en los colegios de la provincia para el próximo curso. El arreglo escolar definitivo para el periodo 2019-2020, publicado el miércoles de la semana pasada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV, señala la puesta en funcionamiento de 49 unidades, de las cuales 33 son de Primaria y las 16 restantes de Infantil, incluyendo estas últimas el nivel de 2 años que está implantándose de manera experimental. Por el contrario, se suprimen otras ocho, seis de Primaria y dos de Infantil. El saldo, de esta forma, resulta con creces positivo.

Así, continúa la tendencia ascendente en el número de aulas en los centros escolares, no sólo de la provincia sino de la Comunidad Valenciana en general, después de los recortes aplicados en años anteriores, particularmente en los últimos ejercicios de la legislatura 2011-2015. Un ejemplo que refleja la tónica habitual de entonces es el curso 2014-2015, para el que se eliminaron 84 aulas en la provincia, tal y como refleja el documento del arreglo escolar publicado en el DOGV en febrero de 2014. Mientras tanto, las unidades creadas fueron 35, con lo que el saldo fue ampliamente negativo. La eliminación de aulas acabó suponiendo el cierre de varios pequeños colegios rurales, a modo de goteo.

La clausura de centros escolares unitarios se ha detenido en los últimos años, aunque no precisamente porque la amenaza de cierre por falta de alumnos haya desaparecido. La problemática sigue estando presente, pero la administración se muestra más permisiva en este sentido y ahora, por lo general, cuando un centro escolar se queda sin suficiente matrícula para el curso siguiente no se produce su cierre inmediato, sino que se deja en un compás de espera, por si a corto plazo volvieran a recibirse solicitudes de inscripción y el colegio pudiera retomar su actividad. Desde la Conselleria han indicado en anteriores ocasiones que esta fórmula resulta mucho más sencilla que volver a poner en marcha la maquinaria burocrática para crear de nuevo el centro. Así, en los últimos años en la provincia sólo se ha clausurado el colegio de la pedanía de La Encina, en Villena; hay algunos más sin actividad, pero se mantienen con la catalogación de «oferta rural» y la posibilidad de que en sus aulas vuelva a haber alumnos y maestros, aunque la problemática que padece el medio rural en general hace que las expectativas al respecto no sean muy halagüeñas. No obstante, el arreglo escolar para el próximo curso contempla la consolidación de nuevas aulas de Primaria en los colegios de Murla, Castell de Castells, Hondón de los Frailes y el barrio de l'Estació de Crevillent, lo que refleja que pese a todo algunos centros rurales se encuentran en una situación más favorable.

Un aspecto significativo del arreglo escolar para el curso 2019-2020 es que prácticamente la mitad de las aulas que se crean, un total de 20, se encuentran en la comarca de la Vega Baja. El municipio más beneficiado es Callosa de Segura, donde se ponen en marcha tres unidades en el colegio Primo de Rivera, una en el Rafael Altamira y otra en el San Roque, todas ellas de Primaria. También se confirma la implantación de dos aulas de Infantil y otra de Primaria en el CEIP Playas de Orihuela.

En el municipio oriolano también se crea una unidad de Infantil en la pedanía de La Aparecida y otra de Primaria en La Murada. Las otras localidades beneficiadas en la comarca son Benferri, Catral, Pilar de la Horadada, Rafal, Rojales, San Fulgencio, San Miguel de Salinas y Torrevieja. En esta última está el único caso de supresión de un aula en la Vega Baja, una de Infantil en el CEIP Habaneras de Torrevieja. Con ello, aumentará en 19 el número de unidades escolares el próximo curso en esta comarca, que se caracteriza también por tener algunos centros escolares muy grandes, con más de 18 aulas de Primaria -tres por curso-, como en Catral, Redován o Almoradí.

La fusión de los colegios pequeños avanza con otro centro agrupado

La unión de pequeños colegios rurales en uno solo a nivel administrativo pero manteniendo los aularios existentes avanza en la provincia con la puesta en marcha, a partir del próximo curso, de un nuevo centro agrupado. Las escuelas de Alcalalí y Llíber se fusionarán próximamente en un colegio rural agrupado (CRA), que llevará el nombre de Terra de Riuraus, tal y como señala el arreglo escolar de la Conselleria; el documento especifica que la formalización de esta unión está pendiente de publicación en el DOGV. Será el sexto centro de estas características en la demarcación de Alicante y el segundo en la comarca de la Marina Alta; los restantes se encuentran en El Comtat, la Marina Baixa y la Vega Baja. Y como nota negativa, dos colegios se suman a la «oferta rural», eufemismo con el que se denomina a los colegios cerrados de manera provisional aunque con posibilidad de reabrirse. A los de El Castell de Guadalest y La Vall d'Ebo se añaden los de Alpatró, en la Vall de Gallinera -que cesó su actividad al poco de iniciarse este curso-, y Benifato.

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