Los vecinos de la ciudad de Alicante consideran que los cuatro años de descontrol político que ha vivido el Ayuntamiento de Alicante en la legislatura que finaliza este jueves han terminado por influir en una degradación de los servicios públicos que se ofrecen al ciudadanos destacando la mala conservación de parques, jardines y espacios públicos, según revela un informe del Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), tras entrevistar a 5.500 persona en las 30 ciudades más pobladas de España. Los alicantinos están disconformes con la limpieza general de la ciudad y, en concreto, con la pésima gestión de la recogida de excrementos. El 69% de los alicantinos se queja de la deficiente eliminación de los excrementos de los perros de la vía pública alicantina. Entre los aspectos mejor valorados la gestión del abastecimiento de agua y el transporte público, aunque este servicio recibe un aprobado raspado.
Los servicios públicos municipales en la ciudad de Alicante satisfacen a un 49% de ciudadanos, un 1% menos respecto al año pasado, porcentaje que se sitúa por debajo de la media española (57%), según refleja el III Barómetro de Satisfacción de los Servicios Públicos impulsado por el Observatorio de Servicios Urbanos.
16
Decimosexta ciudad en el ranking
5.500
Más de cinco mil encuestas
69%
De los alicantinos califica de pésima la limpieza de excrementos
Con estos datos, los servicios públicos alicantinos vuelven a niveles de 2017, donde sólo el 48% de los ciudadanos los valoraban positivamente, según el resultado del observatorio, que destaca que todos los servicios muestran un descenso en la valoración con respecto al anterior año. Solo aprueban el servicio de suministro de agua y el transporte público por los pelos.
La puntuación de todos los servicios analizados se sitúa por debajo de la media nacional y destaca el descenso de la satisfacción en el servicio de conservación de parques, jardines y espacios públicos en 21 puntos porcentuales, y en transporte público en un 20%.
Estos resultados colocan a Alicante en el puesto 16, junto con Sabadell y València, dentro del análisis de los 30 municipios españoles más poblados, bajando tres puestos respecto a la edición anterior.
El servicio mejor valorado es el suministro de agua con un índice de aceptación del 61% y el aspecto más apreciado del servicio es la gestión operativa (presión, continuidad del servicio,funcionamiento del contador), con un 70% de satisfechos, seguido por el servicio de atención al cliente de la empresa que presta el servicio, con un 45% de aceptación.
El transporte público, un aprobado «muy justo» y por debajo de la media nacional, según el informe. De este servicio, destaca el estado de limpieza y conservación de los vehículos de transporte público, con un 59% de satisfacción, y la frecuencia de los horarios en los autobuses urbanos (47%).
La recogida de basuras y residuos recibe un 42% de aceptación, lo que supone un 16% menos que la media nacional. Sus aspectos mejor valorados son la frecuencia del servicio de recogida de basuras, con un 62% de opiniones favorables, y la atención al cliente cuando hay incidencias, con un 56%. El cuidado de parques y jardines y conservación de equipamientos deportivos obtiene un 30% de satisfacción, lo que supone un 14% menos que la media nacional.
Los puntos peor valorados son la falta de personal de mantenimiento y la frecuencia con la que se realizan estas labores en los parques y espacios públicos, ambos con un 25% de satisfacción.
Finalmente, la limpieza viaria es el servicio peor valorado, con un 22% de satisfacción, mientras que la media nacional de este servicio se sitúa en 37%. Los alicantinos reprueban la limpieza de los excrementos de mascotas, con un 69% de insatisfacción, y la limpieza de aceras y calles en su zona, con un 51% de insatisfechos.
El director general de OSUR, Ramiro Aurín, subrayó ayer que «los servicios experimentan un importante retroceso de la satisfacción situándose ocho puntos por debajo de la media nacional. Las turbulencias políticas del último año en perjuicio de la búsqueda de la mejor gestión no son, sin duda, ajenas a esta percepción crítica».
