Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Letanías y palabras al oído por un buen pacto postelectoral

La romería política estuvo llena de comentarios sobre el resultado del 28-A y deseos para afrontar de nuevo las urnas el 26-M

Letanías y palabras al oído por un buen pacto postelectoral

Siempre hay una Santa Faz preelectoral, una romería en semanas previas a la cita electoral de finales de mayo, pero en pocas ocasiones se han dado Peregrinas días después de acudir a las urnas. Por eso, entre los que los que se van, los que se quedan y los que se quieren hacer un hueco en la política, este año faltaban cañas para tanto cargo. Media hora antes de la salida oficial desde la concatedral, a cuyas puertas se concentraron la práctica totalidad de partidos, de derechas y de izquierdas, ya se intuía que a esta Santa Faz querían faltar pocos. Algunos, más relajados, con los deberes hechos, se tomaron la caminata de forma más relajada, y otros no perdieron la estela de la Faz Divina, por aquello de que había, y hay, mucho en juego, con pactos misericordiosos incluidos.

El primer overbooking de políticos se dio dentro de San Nicolás. A la amplia y habitual representación del PP, este año más justificada al ser la primera Peregrina con gobierno popular municipal desde mayo de 2015, se sumó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su primera visita a Alicante después de ganar las elecciones autonómicas. El jefe del Consell llegó a los pies del presbiterio junto a otros cargos socialistas, donde escuchó las letanías y rogativas a los santos que se invocan antes de comenzar, pero tras ordenar el alcalde Luis Barcala el inicio de la Peregrina, el cabildo episcopal puso la directa para salir del templo. Para salvar el atasco habitual que se forma al cruzar la Puerta Negra, el dean catedralicio Ramón Egío levantó su gorra blanca y, ejerciendo de guía turístico puso en fila de uno a todos los políticos que deseaban ir tras la Faz Divina. Pero no todos se engancharon al primer convoy.

Nada más pisar la calle ya se produjo un corte entre la comitiva religiosa y el grupo del Botànic. El clero estuvo acompañada por cargos del PP -Luis Barcala con ediles actuales y futuros, Isabel Bonig, César Sánchez y José Ciscar, entre otros-, el alcaldable del Contigo Fernando Sepulcre y la consellera de Sanidad Ana Barceló, la única socialista que se enganchó a la cabecera y que acabó haciendo las labores de representación del Consell, incluida la ceremonia de extracción de la reliquia del camarín. Y por detrás, con metros que se convirtieron en algún kilómetro, caminaba el grupo de socialistas capitaneados por Ximo Puig, que fue creciendo con la incorporación de miembros de Compromís, como hicieron el conseller Manuel Alcaraz y la futura diputada autonómica Aitana Mas. El conseller alicantino, que deja el gobierno, ejerciendo labores de cicerone con una política en plena expansión dentro de la coalición nacionalista. Al llegar al Raval Roig se unieron a este grupo de cola otros dirigentes de Compromís como el presidente de las Cortes, Enric Morera, el diputado nacional Joan Baldoví, el alcaldable Natxo Bellido (que prometió la presencia de Mónica Oltra el año que viene «si soy alcalde») y el conseller de Economía, Rafa Climent. Precisamente, el político nacionalista de Muro se acopló al hombro de Ximo Puig un buen rato, algo fácil de imaginar cuando su nombre suena para sustituir a Morera al frente del parlamento valenciano. Momento en que a su vez, Ximo Puig «soltó» por un rato al candidado socialista a la Alcaldía, Francesc Sanguino, que desde el inicio de la romería estuvo confesándose al jefe de los socialistas valencianos. Por parte del PSOE, también se convirtieron en romeros las diputadas autonómicas Toñi Serna y Sandra Martín, la diputada nacional Patricia Blanquer, el director territorial de Presidencia Esteban Vallejo, el ex diputado Herick Campos y el senador electo Carlos Giménez, todavía concejal de Alicante, que fue el único representante socialista que llegó hasta el monasterio. A Eva Montesinos, alcaldesa en la Santa Faz 2018, solo se le vio una etiqueta con su nombre, pegada en el suelo de la plaza, ante el altar donde oficiaba la misa el obispo.

A mitad de camino

En una zona intermedia de la ruta, haciendo buena su insistencia en decir que son «centristas», caminaron los representantes de Ciudadanos. Provistos de cañas decoradas con lazos naranjas, se vio a Mari Carmen Sánchez (alcaldable por Alicante), Yaneth Giraldo (portavoz municipal y diputada autonómica electa), Luis Crisol (coordinador provincial), los diputados autonómicos electos María Quiles, Fernando Llopis, Toni Woodward, Rosa Menor, los actuales concejales y candidato a repetir Antonio Manresa, Vicente Buades y María José Molina, los aspirantes a edil José Luis Berenguer y Adrián Santos, ademas de dos alcaldes que han dejado el PP para encabezar la lista municipal por Cs, Enrique Ponsoda (Guadalest) y Rafa Vives (Daya Vieja).

También se dejaron ver en la romería, aunque al margen de toda celebración religiosa, componentes de Podemos-EU, como su alcaldable Xavi López, la número dos para las municipales Vanessa Romero y la diputada nacional electa María Teresa Pérez, de Esquerra Unida. Otro candidatos a la Alcaldía de Alicante que se puso el blusón negro fue Mario Ortolá, de Vox, acompañado por su número tres, Marta García.

En todo caso la comitiva más visible fue la del PP. Además de Barcala, Bonig, Sánchez y Ciscar, fueron romeros Adrián Ballester, Bernabé Cano, Carlos Castillo y Juan de Dios Navarro, unos con cargo electo y otros a la espera de volver a ser cargo. Casi todos llegaron al monasterio, por donde no pasó Ximo Puig. Ante el sagrado lienzo, un fichaje de Barcala, la presidenta de la Concapa, Julia Llopis, estaba algo perdida al sol, menos acostumbrada a estas lides que los ripollistas Macarena Montesinos, Jose Antonio Rovira y Carlos Mazón, inseparables ellos en este regreso a la primera fila política, que no perdieron posiciones en un día tan señalado para Alicante.

Almuerzo en Sant Joan para recuperar fuerzas tras la caminata

Y tras la romería, el almuerzo, en el que varias formaciones coincidieron en la vecina población de Sant Joan d'Alacant. El grupo más numeroso que siguió su marcha hasta el «esmorçaret» fue Compromís. Hasta su sede local llegaron dos conselleres, un presidente de las Cortes y un diputado nacional, a los que se sumaron los alcaldables de la coalición por Alicante, El Campello, Mutxamel, Busot y Sant Joan, que ejerció de anfitrión. Tampoco fue reducida la presencia de cargos y candidatos de Cs que acudieron a la «carpa ciudadana», instalada frente a su sede electoral en la avenida Jaime I. Hasta las inmediaciones de Belucha, donde el PSOE montó otra «paraeta», no se acercaron los cargos del PSPV-PSOE que hicieron la romería, aunque si numerosos militantes socialista de Sant Joan y Alicante. Unos y otros compartieron un rato de relajación en el ecuador de dos campañas electorales.

Compartir el artículo

stats