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Alonso: «Los antivacunas crean desconfianza y el resultado es la muerte»

El experto alerta del repunte de enfermedades casi erradicadas durante un acto del Rotary Club en el que se recordó la figura del doctor Balmis

Pedro Alonso, durante su lección magistral, en el acto organizado por el Rotary Club. Héctor Fuentes

«Los antivacunas generan desconfianza en uno de los pilares de la ciencia y el resultado es enfermedad y muerte». La advertencia fue lanzada la tarde del martes en Alicante por Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la Organización Mundial de la Salud. Alonso participó en un acto organizado por el Rotary Club en la Universidad de Alicante con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización.Una jornada que abrió el exrector de la Universidad de Alicante, Salvador Ordóñez, y que contó también con la presencia de Barry Rassin, presidente internacional del Rotary.

Pese a que las vacunas han permitido los mayores avances en la salud de la población, un buen número de países desarrollados se enfrentan al resurgir de enfermedades prácticamente erradicadas debido a la proliferación de los grupos antivacunas. «El sarampión es la más evidente, por el elevado número de contagios que están apareciendo, pero en España se han dado casos de niños que han muerto de meningitis o de difteria y que no estaban vacunados».

Para Alonso, la presencia de los movimientos antivacunas, «es un problema que en España hemos tomado con enorme ligereza». El responsable de la OMS recordó ayer que enfermedades como la viruela jamás podrían haber sido erradicadas sin las vacunas. También la polio, que está a punto de desaparecer, «gracias también al liderazgo de los rotarios», que desde los años 70 tienen en marcha un importante programa de vacunación masiva para erradicar esta enfermedad, reto que previsiblemente se conseguirá en pocos años.

También habló a los asistentes que llenaron el salón de actos del aulario II del programa que dirige para tratar de hacer desaparecer la malaria, «una enfermedad que provoca 420.000 muertes al año y que está presente en 87 países del mundo». La pasada semana comenzó la campaña de vacunación en Malaui «y hoy (por ayer) ha arrancado en Gana». El objetivo a largo plazo del programa que dirige este español es vacunar cada año a 70 millones de niños. Una tarea en la que también deben luchar con grupos que promueven las pseudociencias, como contó ayer en Alicante. «En el mundo de la malaria también hay que lidiar con personas que afirman que esta enfermedad se cura bebiendo tés con cero base científica y una llamativa agresividad hacia los científicos».

Homenaje

El acto del martes sirvió también para conmemorar el bicentenario de la muerte de Francisco Javier Balmis, el alicantino que llevó la vacuna de la viruela a todo el mundo. La proeza de Balmis ha servido de inspiración para desarrollar el programa contra la malaria que encabeza Alonso, como él mismo reconoció. «Lo que más destaca de Balmis es la traslación que hizo tan rápida de una innovación a un producto concreto buscando el mayor impacto, en una época en la que no había teléfonos, ni ordenadores, ni WhatsApp».

Al término del acto, un grupo de rotarios jóvenes hizo entrega a Barry Rassin de un busto de Balmis. Rassin detalló a los asistentes la campaña contra la polio que desde hace años lideran los rotarios y que prácticamente ha conseguido erradicar la enfermedad. En este encuentro se rindió homenaje a Carlos Canseco, diseñador del exitoso programa, que también se inspiró en la expedición de Balmis. Su nieto, Mauricio Canseco, estuvo presente para recordar las palabras de su abuelo: «la inmunización no es sólo prevención, sino la promoción de una vida digna para todos los niños del mundo».

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