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CITA CON LA TRADICIÓN

Rosser: «El último milagro de la Santa Faz es que seamos capaces de mantener la romería»

El también jefe de Memoria Histórica del Ayuntamiento de Alicante lleva tres años impartiendo seminarios sobre la Reliquia y el monasterio

Rosser: «El último milagro de la Santa Faz es que seamos capaces de mantener la romería»

¿Por qué habla de la Santa Faz como Código da Vinci?

Por muchas razones. Se trae a Alicante y se produce el milagro en un contexto histórico de confluencia de intereses de todo tipo, políticos, económicos, religiosos, para conseguir el título de ciudad para la villa de Alicante. El título permite subir en rango, conseguir muchas prebendas, imponer impuestos. Los nobles aumentan su escala, la Iglesia su importancia. Todo el mundo relacionado con las estructuras del poder está interesado en el título de ciudad.

¿La Santa Faz fue importante para conseguirlo?

Una villa que quería ser ciudad necesitaba hacerse oír fuera, y las maneras que entonces se consideraban idóneas eran hacer obras para demostrar poderío urbanístico, tener reliquias y milagros. Con la Santa Faz lo teníamos, y no hablo de fe sino de historia. En 1484 se incendió el altar mayor de la iglesia de Santa María, y no se quemaron las hostias consagradas, milagro que supuso la instauración de la fiesta del Corpus, la más importante de la Cristiandad. En 1488 los Reyes Católicos visitan Alicante y en 1489 se producen los Milagros de la Santa Faz. Al año siguiente se concede el título de ciudad. Es una concatenación de hechos de una intensidad enorme como en ningún otro momento de la historia de Alicante.

¿Qué supone que la Santa Faz «ayudara» a conseguir ese título?

Se creó una de las mayores señas de identidad de la ciudad de Alicante, demostrando que cuando se quiere los alicantinos somos capaces de unirnos por un objetivo común. En aquel caso el título de ciudad. Esto por desgracia no es lo habitual en nuestra historia. Se debería aprender de la Santa Faz y de la concesión del título de ciudad para el presente y el futuro de cara a la búsqueda del modelo que queremos.

¿Cree que debería abrirse el relicario de la Santa Faz?

Ese es un tema que tendrá que considerarlo la Iglesia. Respeto muchísimo a la Santa Faz, es quizá el patrimonio más importante de Alicante. El último milagro de la Santa Faz es que se siga conservando más de 500 años después en una ciudad que ha destruido tanto. Que seamos capaces de mantener con muy buena salud la romería a la Santa Faz es un verdadero milagro. Es algo que recoge y conjuga todas nuestras señas de identidad: el carácter de huerta que ha tenido Alicante desde la prehistoria; la falta de agua; el carácter de ciudad portuaria (por el mar llegó la Reliquia), y las luchas de poder. Son los cuatro pilares de nuestra historia y todo eso está en la Santa Faz. Si algo identifica a Alicante es la Santa Faz y su romería, es lo único que hemos conseguido conservar de todas nuestras señas de identidad. Por eso sería tan importante conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural.

¿Hay algo de misterioso en la construcción del camarín?

Cuando se estaba construyendo, se produjo un hecho que hoy sería portada en INFORMACIÓN. Uno de sus pintores, Juan Conchillos, fue apresado por el Santo Oficio acusado de pertenecer a los Alumbrados, considerada secta. También Nicolás de Bussy, que participó en la construcción de San Nicolás y del camarín, fue acusado de ser un alumbrado, y el maestro de Conchillos. De aquella confluencia de artistas se conserva una obra en el camarín que encierra en su concepción y simbología elementos muy importantes de la ideología de los Alumbrados. Esto cambia radicalmente la visión que tenemos de este espacio porque su planta hexagonal está muy vinculada al esoterismo, y en el techo aparece una interpretación en ese momento hereje de la concepción del cielo. La Iglesia defendía el geocentrismo frente al heliocentrismo al que tuvo que renunciar Galileo. Si uno mira hacia arriba en el camarín, en el centro está el sol y le rodean los seis planetas que se consideraban. En ese momento era una herejía que este grupo de artistas coló ni más ni menos que en el camarín de la Santa Faz. Además aparecen los signos del zodiaco en símbolos.

¿Cómo ve el futuro?

Es el siguiente debate. Qué, cómo y para qué la romería en el siglo XXI en un mundo globalizado. Por eso la declaración de BIC es tan importante, porque es seña de identidad y hay que garantizar el futuro de la romería. Se debería hacer un proyecto de rehabilitación de los antiguos caminos a la Santa Faz, medievales e incluso romanos, que mucha gente los transita para ir al santuario. Pero sobre todo es importante garantizar una zona recreativa en torno al monasterio y el caserío, al estilo de otros lugares con romería tradicional como el Rocío. Si creamos servicios de calidad permanentes garantizamos una muy buena salud para el futuro de la Santa Faz y evitamos las tentaciones de convertirlo en un botellón. Es algo que tiene un potencial cultural y turístico de primera magnitud. Y el que vayan los niños es crear memoria y concienciar de cara al futuro, son los que tienen que mantenerlo.

¿Cómo vio la marcha de las monjas y su regreso?

Ha sido la sociedad alicantina la que con su presión ha hecho que vuelvan las monjas. Más allá de que uno sea creyente y de que se vaya a la Santa Faz por tradición religiosa o popular, en el imaginario colectivo es una de las señas de identidad de Alicante. Ha habido una presión social de políticos, sociedad civil y creyentes, que hizo que todo el mundo se uniese, al ser parte intrínseca de la historia. No debe correr ningún peligro porque es la conjunción de todas nuestras señas de identidad. Debemos defender la Santa Faz. Ahí está nuestro ser alicantino.

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