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La provincia registra cada año 60 nuevos casos de leucemia en menores

La terapia genética que ha curado al alicantino de seis años también se va a implantar en La Fe de Valencia. El General de Alicante que trata a Álvaro le administrará transfusiones de inmunoglobuinas cada mes

Álvaro y su madre, Marina, con la doctora Rives en el hospital catalán que le ha dado el alta. HOSPITAL SANT JOAN DE DÉU

La vuelta a la normalidad de Álvaro, el pequeño alicantino de seis años aquejado de leucemia linfoblástica aguda, que se ha curado gracias a una terapia genética que por primera vez financia la sanidad pública, abre una gran puerta a la esperanza para los casos de leucemia infantil que no responden al tratamiento de quimioterapia, alrededor del 20% del total.

En la provincia de Alicante se registran cada año alrededor de 60 nuevos casos de leucemia infantil y cuatro de cada cinco de ellos son del tipo linfoblástico del que se ha curado Álvaro.

El revolucionario tratamiento celular al que su cuerpo ha respondido a la perfección se lo han aplicado en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, centro al que le derivaron desde el Hospital General de Alicante después de que se le dirigiera a la La Fe de Valencia para un primer trasplante medular cuando tenía dos años.

"El niño ha podido normalizar su vida pero requiere controles e infusiones periódicas de inmunoglobulinas"

MARÍA TASSO. PEDIATRA ONCÓLOGA. GENERAL DE ALICANTE

Desde la Conselleria de Sanidad aseguran que está previsto que esta misma terapia genética llegue al Hospital La Fe de València en breve, centro de referencia pediátrica oncológica en la Comunidad junto al Hospital General de Alicante. Ahora mismo tan solo hay tres centros sanitarios acreditados para ello, junto al citado de Esplugues de Llobregat, el Vall d’Hebron también de Barcelona y el Niño Jesús de Madrid

La pediatra oncóloga del Hospital General de Alicante, María Tasso, confirma que «uno de nuestros pacientes de 6 años de edad, -en referencia a Álvaro-, que fue diagnosticado de leucemia linfoblástica B a la edad de 2 años, y ha recibido recientemente este tratamiento tras recaída post-trasplante».

El tratamiento -abunda la doctora a preguntas de INFORMACIÓN- ha sido bien tolerado y de momento ha conseguido controlar la enfermedad. Tras un periodo corto de hospitalización, el niño ha podido normalizar su vida y sus actividades escolares, pero requiere controles frecuentes e infusiones periódicas de inmunoglobulinas», explica.

Tasso advierte además que «aunque el tratamiento es altamente prometedor para este tipo de leucemia pediátrica, hoy por hoy no garantiza la curación de todos los pacientes en recaída, y no es aceptado como tratamiento de primera línea».

Las «infusiones periódicas de inmunoglobulina» las recibirá Álvaro en el Hospital General de Alicante, lo que favorece esa vuelta a la normalidad que la madre del niño, Marina, celebraba este jueves una vez que los médicos del hospital catalán le dieron el alta.

María Tasso apunta que la incidencia del cáncer infantil en España es aproximadamente de 120-150 casos nuevos al año por cada 100.000 niños menores de 14 años. La leucemia aguda supone un 30% del total de cánceres en la edad pediátrica y, entre éstas, 8 de cada 10 son infoblásticas.

Concretamente en el Hospital de Alicante se diagnostican unas 8-10 leucemias nuevas cada año y la linfoblástica aguda infantil «ha experimentado un aumento notable de supervivencia en las últimas décadas, alcanzando una tasa global de curación en la actualidad cercana al 80%», confirma la doctora. El tratamiento clásico es «quimioterapia intensiva y prolongada, que incluye, en casos seleccionados, trasplante de progenitores hematopoyéticos».

Las estadísticas más recientes facilitadas por la Conselleria de Sanidad añaden que la probabilidad de padecer un cáncer antes de los 20 años es de 1 entre cada 350 niños y adolescentes, y las tasas de incidencia más elevadas se dan en menores de cinco años.

El presidente de la Asociación española de enfermos de leucemia mieloide crónica con sede en Elda, Mateo Mira, subraya que avances como el protagonizado por el niño alicantino «dan mucha fuerza y esperanza para luchar cuando el resto de tratamientos existentes fallan. Abre sobre todo puertas a la vida», dice.

Por su parte Mar Ortiz, enfermera escolar y miembro del Colegio de Enfermería de Alicante, apunta que en su vuelta a clase habrá que estar más atentos con el niño por la debilidad de su sistema inmunitario, pero está convencida de que se adaptará «muy rápidamente».

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