Operarios de la empresa Lokímica fumigaron ayer a fondo todas las balsas inundables del Saladar de Agua Amarga, detrás de la playa y las urbanizaciones de Urbanova, de cara a prevenir la aparición de mosquitos al entrar ya en las semanas en las que comienzan a subir las temperaturas. Calor y humedad forman el cóctel perfecto para la proliferación de insectos y sus picaduras. Lokímica fumiga de forma habitual durante todo el año, pero la de ayer fue una actuación un tanto extraordinaria, debido a que la gota fría de la semana pasada ha contribuido a recuperar el saladar inyectando miles de litros de agua, lo que mejora su estado pero le vuelve a convertir en un hábitat espectacular para los mosquitos.
El mosquito tigre es el más agresivo, seguido del mosquito de las marismas. Un mosquito típico de humedales, que aparece tras intensas precipitaciones y que también suele picar de día, desplazándose incluso varios kilómetros desde estos humedales para picar a personas. Por detrás se sitúa el mosquito común, que es el típico insecto que suele entrar en las casas a picarnos por la noche.
Fuera de los mosquitos, resaltar que, pese a suponer únicamente el 6% de las quejas de los ciudadanos, la mosca negra supone también una plaga emergente de notable relevancia. Este dato del 6% es muy significativo, puesto que no se trata de un insecto que críe en el ámbito urbano ni en zonas de marismas del medio natural, sino que está siempre vinculado a ambientes fluviales, ya que las larvas y pupas se desarrollan fundamentalmente en ríos y arroyos.
Entre las medidas preventivas que puede adoptar la población para defenderse de los mosquitos destacan la retirada de objetos que puedan acumular agua como juguetes, platos de debajo de las macetas, botellas, ceniceros, cubos, regaderas, piscinas de plástico. Evitar acumulaciones de agua en zonas de drenaje. Vaciar y limpiar diariamente los platos para bebida de animales domésticos y otros objetos que acumulen agua tras las lluvias. Tapar herméticamente o con tela mosquitera los depósitos o bidones en los que se acumule agua. Mantener adecuadamente piscinas y fuentes ornamentales y revisar periódicamente los desagües y canaletas.
