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Las deudas del Consell con el comedor escolar ahogan a las pequeñas empresas

Los afectados que gestionan el servicio para niños sin recursos echan en cara a Educación que delegue en sus bolsillos la responsabilidad de no dejarles sin comer

Las deudas del Consell con el comedor escolar ahogan a las pequeñas empresas HÉCTOR FUENTES

«Apenas han llegado 7.000 euros desde el mes de enero a mi colegio, con prácticamente el cien por cien de los niños becados, y solo a mí me deben 45.000 euros del comedor escolar». La responsable de la empresa de comedor de uno de los colegios de la Zona Norte de Alicante, que prefiere mantener el anonimato, se ve ya «con el agua al cuello» por los impagos de Educación.

«Acaban de decir que llega dinero del FLA pero llevaban tanto retraso en el pago que resultará claramente insuficiente», añade esta pequeña empresaria que tiene a su cargo quince trabajadores, a los que ha seguido pagando religiosamente hasta el momento «de lo poco que tenía, pero no me queda ya nada y tampoco tengo posibilidades de abarcar con mi servicio más colegios, porque entonces me iría a la quiebra directamente», confiesa insistiendo en el anonimato.

Afirma que las grandes empresas salen adelante porque tienen más capacidad al cubrir tanto colegios como centros sanitarios, residencias y otras instituciones, pero que tampoco han cobrado y son «las grandes calladas porque pueden soportarlo», lamenta.

En Elche, otro de estos pequeños empresarios que cubre con su servicio a cinco colegios, corrobora esta misma situación de ahogo económico porque tres de esos centros «son Caes, donde la mayoría de los niños tienen becas completas, por lo que el pago del comedor corresponde a la conselleria y no a los padres», señala el gerente a preguntas de INFORMACIÓN, que igualmente prefiere mantenerse en el anonimato.

«Las empresas de pequeños autónomos sufrimos estos impagos de la administración en silencio, porque en nuestro caso damos de comer a niños para quienes la del colegio puede ser la única comida al día que hagan en condiciones. Es un abuso que la administración haga recaer sobre nuestros bolsillos la responsabilidad de dar de comer a estos niños, algo que no vamos a hacer de ningún modo», lamenta el citado gerente con más de una treintena de años en ejercicio.

En su caso apunta que esta semana ingresaron en los colegios las becas de comedor correspondientes al mes de enero, entre el conjunto de los gastos de funcionamiento. «Cuando la Administración empiezan a pagar envía dinero por igual a todos los centros, pero los hay que no reciben el dinero de inmediato. En un centro Caes el dinero lo pone la empresa de comedor y yo solo aguanto porque sirvo a otros dos colegios donde de 300 alumnos puede haber 50 becados, por lo que recibes el dinero que pagan esos padres», concluye.

Retraso

El retraso acumulado este curso en el pago a los colegios recuerda a estas pequeñas empresas de comedor -en la provincia hay una treintena de colegios Caes-, los peores momentos que sufrieron en la anterior legislatura, cuando alguna de ellas llegó incluso a cerrar un día el comedor generando una situación sin precedentes.

«Somos conscientes de que el servicio que prestamos es primordial, que ni puedes hacer huelga ni dejar de servir aunque no te paguen, porque de ti depende la comida de niños que no tienen recursos. El cargo de conciencia debería tenerlo la administración», critican.

Segunda autonomía que más tarda en pagar

El último informe sobre la morosidad de las administraciones públicas con los autónomos, tras el primer trimestre de 2019, constata que la Comunidad Valenciana es la segunda que más tarda en pagar las facturas a los proveedores, con una media de espera que supera los 50 días cuando lo que marca la ley son 30 días. «Es lo que firmamos en los contratos -apunta una de las pequeñas empresas de comedor-, que se comprometen a pagar en el plazo de 30 días, pero lo incumplen sin consecuencias y nosotros no podemos dejar de pagar a tiempo la Seguridad Social».

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