Llegó la Semana Santa, 14 de abril y Domingo de Ramos. El reloj marcaba casi las doce del mediodía cuando arrancó en la Avenida de la Estación, en el centro de Alicante, «la Burrita». El paso de Jesús Triunfante, al son de los redobles y primeros acordes de la marcha de procesión «Jerusalén», comenzó a procesionar por Luceros ante la mirada de cientos de fieles y curiosos tras la bendición incial de las palmas y bajo un sol más propio de Fogueres que de Semana Santa. Uno de los pasos más llamativos de la capital echó a rodar muy bien escoltado por un elenco de responsables políticos, entidades festeras y musicales de la ciudad, que no ocultaron, ayer más que nunca, su apoyo a la festividad religiosa.

La jornada dominical amaneció con un sol de justicia y con temperaturas que alcanzaban los 26 grados antes de las 11 de la mañana, cuando ya disfrutaba de su puesta en escena Jesús de la Caridad ante la Negación de San Pedro y Nuestra Señora de la Estrella. Ésta última se estrenó en Semana Santa, con un paso a costal portado solo por mujeres que salió desde la parroquia de San Pablo, en Altozano, y entró en la Carrera Oficial casi cuatro horas más tarde.

A su vez, desde la Catedral de San Nicolás, mientras se oficiaba una solemne misa, en la plaza se se dieron cita los tres pasos de Jesús en Samaria, Santa Oración en el Huerto y la Santísima Virgen de la Paz, venidos de Santa María y cuya comitiva fueron los pequeños y jóvenes costaleros Jesuitas, con el alcalde Luis Bacarla al frente. La expectación fue máxima, al igual que la asistencia de público en las calles adyacentes a la concatedral para presenciar «la revirá» , el giro de la calle Mayor con Villavieja, además de corroborar sus mejoras en los pasos y el fin de las ruedas para la Oración del Huerto por la ampliación de su plantilla de costaleros para este año.

También lució la Virgen de las Penas, con su manto de Manuel Espuch, que precedería al turno de la Hermandad del Cristo de las Penas y la Santa Verónica, que también estrenaba manto heráldico, bordado por Tomás Valcárcel con los escudos de la provincia de Alicante. Por su parte, el Cristo cumplió «70 años de penas» y sus nazarenos salieron con cañas de romero como guiño a la Santa Faz.