Lleva en la hermandad 58 años, desde que sus padres le apuntaron cuando tenía nueve. Su tía, portera del Centro Católico, sede de la hermandad, tuvo mucho que ver en que le inscribieran. También están en el Santo Sepulcro sus dos hijos, su mujer, su yerno y sus nietos.

n P ¿Cuál es su labor?

R Ayudar en lo que pueda, y como uno más. No porque sea vicepresidente está uno para dirigir sino para arrimar las manos. Ayudo en la cuestión económica, que la llevamos entre el tesorero, el secretario y el vicepresidente.

P¿Cómo van los preparativos?

R El sábado ya tenemos zafarrancho de combate. Lo mismo ponemos los varales que preparamos las velas. Cuando lleguemos nos repartiremos la faena. Lo que más nos gusta es reunirnos todos y estar juntos, y ver cómo todo el mundo prepara la procesión.

P ¿Qué es lo más bonito de la procesión del Santo Sepulcro?

R Lo más bonito es cuando sale de la iglesia, en total oscuridad, con un único halo de luz alumbrando el cuerpo y recorriendo el pasillo de San Nicolás hasta la puerta mientras el deán recita unas oraciones. También la salida y la entrada con el himno. Nuestra hermandad está compuesta por distintos tercios, hermanos de fila, damas de mantilla, un corralito de niños, y la orden ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.

P ¿Es el Santo Sepulcro una procesión solemne?

R Es la oficial, compuesta por Mater Desolata, la Soledad y Santo Sepulcro. No sé si es porque es Viernes Santo y la gente está de vacaciones pero hay mucho público, y lo acogen con seriedad y recogimiento. El año pasado se restauró el Cristo Yacente. Como está expuesto al culto en San Nicolás, en la entrada a mano izquierda, la gente lo roza y lo va tocando para santiguarse y sufre un gran deterioro. Para nosotros es gratificante porque demuestra los que se le quiere en Alicante.