Tantas vueltas está dando el presupuesto de Alicante para 2019 que, a mitad de abril, el municipio no tiene garantías de tener aprobadas sus cuentas, las primeras tras la cancelación del Plan de Ajuste, antes de que llegue la nueva Corporación. Aunque el equipo de gobierno del PP pareció haber despejado el panorama el 11 de marzo, cuando consiguió sacarlos adelante de forma provisional con la inestimable colaboración de los grupos de izquierda de Guanyar y Compromís, que se abstuvieron en aquel pleno, vuelven los nubarrones un mes después.
Las cuentas van el martes a aprobación definitiva y las espadas están en todo lo alto después de que estas dos formaciones rechazaran en la comisión de Hacienda de ayer la propuesta, un resultado que de repetirse en el pleno bloqueará el presupuesto, quedando automáticamente prorrogado el de 2018. Les sentó mal que el PP no contemplara ni una sola de sus alegaciones, que no fuera «sensible» con lo que pedían cuando ellos les facilitaron el desbloqueo inicial del presupuesto. Se sintieron engañados por lo pronto que olvidaron su gesto.
Sindicatos y vecinos
Un total de 16 alegaciones se han presentado al presupuesto. No solo de grupos políticos, también de movimientos y plataformas ciudadanas, y de sindicatos municipales. El concejal de Hacienda, Carlos Castillo, justifica el rechazo a las peticiones de la oposición en que así lo han dictaminado los técnicos municipales. El portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, que tiene la sartén por el mango, desmonta este argumento al asegurar que es un criterio restrictivo que se viene aplicando legislatura tras legislatura, gobierne quien gobierne, pero que realmente no impide al equipo de gobierno de turno aceptar lo que se reclama para incorporarlo al presupuesto.
Pavón abordará con su grupo municipal lo que harán en el pleno del martes: si se abstendrán o votarán en contra. Un «no» de los cinco ediles de Guanyar bloquearía el presupuesto al sumarse a los seis votos negativos del PSOE. Ya en el pleno de aprobación inicial los socialistas se quedaron solos en el rechazo a las cuentas y su portavoz, Eva Montesinos, ratificó ayer lo mismo en la comisión y anunció el voto en contra en el pleno.
Serían 11 votos en contra si ambas formaciones unen sus fuerzas como hicieron para gobernar con el tripartito, algo imposible de levantar por el PP si se repite el resultado de la comisión de Hacienda de ayer, en la que los populares solo tuvieron 9 votos a favor, los de sus ocho concejales y el del tránsfuga Fernando Sepulcre. Se abstuvieron los cinco ediles de Ciudadanos, como en el pleno del 11 de marzo, y no acudió la tránsfuga Nerea Belmonte, que en todo caso aquel día optó también por la abstención.
Los tres ediles de Compromís votaron ayer como Guanyar, en contra, pero su portavoz, Natxo Bellido, aclaró unas horas después que no bloquearán el presupuesto en el pleno del martes por «coherencia y lealtad a la ciudad», aunque en la comisión quisieron mostrar su disgusto por «la nula voluntad de negociación del PP. Una actitud muy irresponsable para un gobierno tan débil como el suyo. Son incapaces de buscar y generar acuerdos y consensos», dijo Bellido.
Rifirrafe
En la reunión de ayer hubo un rifirrafe entre el alcalde, Luis Barcala, y el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, que a éste recordó, según dijo, los tiempos de «los ataques personales» de Sonia Castedo. Fue suficiente para que Ciudadanos hiciera al edil de Guanyar blanco de sus críticas por su «bandazo» tras el «idilio vivido con Barcala».
