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3.000 toneladas de toallitas higiénicas atascan las depuradoras de la provincia de Alicante

Los pañuelos húmedos que se arrojan al retrete forman una madeja de fibra textil que obstruye la red de saneamiento y las estaciones de bombeo

Madejas de fibra que forman las toallitas en una estación depuradora de la provincia. INFORMACIÓN

Tres mil toneladas de toallitas higiénicas se recogen al año en las principales depuradoras gestionadas por Hidraqua y sus empresas participadas en la provincia de Alicante. Esto es, tres millones de kilos de pañuelos húmedos que se arrojan al retrete y que atascan las alcantarillas, generando graves problemas en la red de saneamiento y en las tareas de depuración de las estaciones de tratamiento situadas en Alicante, Elche, Torrevieja, Benidorm, Orihuela y Elda.

Las toallitas se han convertido en el gran enemigo del alcantarillado. Suponen el 90% de los residuos que se tiran al váter, entre los más habituales las pinturas, aceites, detergentes, jabones, bastoncillos, medicamentos y plaguicidas, entre otros. A diario las instalaciones encargadas de la depuración de aguas residuales se tienen que deshacer de las madejas de fibras textiles que atascan los equipos de bombeo, rejas, filtros y tuberías por donde pasa de forma continua el agua procedente del alcantarillado de las principales localidades.

Las madejas se crean a partir de los millones de toallitas higiénicas, de bebés, desmaquillantes y de limpieza que se arrojan de manera inadecuada cada día por el inodoro, que llegan a la red de alcantarillado. Desde Aguas de Alicante e Hidraqua, empresa responsable de la gestión integral del agua en la provincia, instan a los alicantinos a no arrojar estos productos a los sanitarios de los baños porque no se degradan fácilmente, más bien al contrario, se disgregan en las fibras que las componen, textiles sintéticas, mezcladas a menudo con materiales plásticos que tardan décadas en desaparecer.

La acumulación de toallitas «es uno de los problemas más graves a los que estamos haciendo frente en Alicante y en el resto de ciudades del mundo. No tenemos conciencia de lo que supone el gesto de descargar el inodoro y tirar dentro productos que no son actos para ser desechados por él. Nos olvidamos porque desaparece de la vista y no sabemos qué pasa pero los problemas de gestión y ambientales que se generan son muy importantes», afirma María Flor García, directora de Depuración de Aguas de Alicante. Flor García quiso enfatizar que al ciudadano este problema le cuesta mucho dinero y que no existe conciencia social porque lo que se va por el alcantarillado desaparece de la vista y solo se calibra cuando aparecen problemas graves por el mal uso de estos productos de higiene.

La pasta que forman las toallitas obstaculizan y producen atascos a diario en el trabajo de saneamiento, dañando las estaciones de bombeo de aguas residuales, que requieren limpiezas constantes. La acumulación causa asimismo malos olores y ruidos que molestan a los vecinos que viven cerca de la zona donde están ubicadas.

3.255TONELADAS

Residuos sólidos recogidos en un año en las depuradoras

Residuos sólidos recogidos en un año en las depuradoras Pinturas, aceites, jabones, bastoncillos, medicamentos y sobre todo toallitas (un 90%)

El problema de las toallitas higiénicas se agrava al mezclarse con otros residuos que circulan por las aguas negras, como los aceites, formando un núcleo de fibras grasas de gran tamaño que causa obstrucciones y atascos, averías, intervenciones de emergencia y pérdidas económicas.

Las empresas gestoras del agua recuerdan que la vida útil de todas las infraestructuras hidráulicas tiene mucho que ver con su buen uso y que a causa de las toallitas no está siendo así, y que lo que debería ser una excepción se ha convertido en una rutina diaria para el personal de las empresas gestoras del agua.

La Asociación de Supermercados de la Comunidad (Asucova) asegura que más del 90% de sus establecimientos asociados han implantado ya las toallitas biodegradables, sustituyendo a las tradicionales, elaboradas con materiales disgregables en un movimiento voluntario que va a más. Pedro Reig, que dirige la asociación, señala que se ofrecen ambas opciones en respuesta a la demanda social y medioambiental, en la línea de la sustitución de las bolsas de plástico tradicionales.

Sin embargo, la experiencia de los trabajadores de las depuradoras es que el tiempo que tarda en degradarse este tejido multiplica el que tarda en llegar a los sistemas de tratamiento de aguas, independientemente de que en los envases se recomiende desechar por el váter las toallitas biodegradables.

Los ecologistas cuestionan las llamadas biodegradables

Los ecologistas cuestionan las llamadas biodegradablesEl problema de obstrucción en las depuradoras que están provocando las toallitas que se arrojan en el inodoro en miles de hogares de la provincia no se acaba con las nuevas biodegradables que ofrecen los supermercados, en opinión de los ecologistas. Consideran que igualmente son residuos y que son biodegradables pero a largo plazo, de meses y años. Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción, afirma que siguen siendo un problema y recomienda no arrojar nada en el retrete, ni toallitas, ni siquiera el papel higiénico, puesto que solo está preparado para los fluidos corporales.

Papelera

«Lo que se recomienda es tener al lado de la taza del váter un cubo para recoger papeles. Las estaciones depuradoras están diseñadas para degradar la materia orgánica pero no el papel, ni el algodón, ni las toallitas, ni los plásticos». Según Carlos Arribas, el algodón tarda en degradarse en el medio natural, lo mismo que la celulosa, «ésta además muchísimo». Arribas incidió en el grave problema medioambiental que se genera si acaban en el mar.

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