El picudo rojo, insecto originario del Asia tropical, ha infestado las palmeras de la avenida de Dénia, donde hay una docena de ejemplares que han sufrido el ataque de este coleóptero que vuela de uno a otro, lo que supone un fácil contagio. Las palmeras enfermas están en la mediana cerca del cruce con la Vía Parque y son de la variedad canaria, que gustan especialmente a estos insectos de entre dos y cinco centímetros de color rojizo, cuya cabeza acaba en pico. Sus larvas perforan galerías de más de un metro de longitud en los troncos, comprometiendo la vida de las palmeras y convirtiendo al picudo en una plaga. En la misma avenida, a la altura de La Goteta, el insecto ha sido detectado en más palmeras públicas, cuyo cuidado corresponde al Ayuntamiento. En la ciudad hay 18.000 palmeras que se podan y tratan contra el picudo en esta época del año.
Los operarios de la contrata de Jardines del Ayuntamiento de Alicante, Gestión Ambiental Urbana S.L. (Geamur), llevan varias semanas saneando las palmeras de la avenida y de otros puntos.
Una tarea que se realiza periódicamente al margen de las medidas que se aplican contra el picudo. En los troncos de las que están enfermas, que en su parte superior pierden las hojas y aparecen secas, se aprecian los puntos donde se aplican las inyecciones con el tratamiento de endoterapia vegetal que se emplea actualmente. De hecho, se deja clavado el soporte por el que se inyecta el líquido contra el picudo.
Según explicaron varios trabajadores que actúan en la zona, las palmeras enfermas se fumigan cuando están muy deterioradas y se tratan con un líquido especial que se aplica en el cogollo. Previamente se realiza una «cirugía» para retirar la parte enferma, tarea que con estas palmeras se hizo hará un par de meses. En esa operación se eliminan los picudos que pueda tener, y se quitan tanto el cogollo como las ramas.
Rebrotes
Afirman los empleados de Jardines que un 80% de las infestadas en la avenida se están recuperando, con brotes verdes que se aprecian en la copa de algunas de ellas. «Los laboratorios no dan con la clave. Estos insectos no tienen depredadores naturales y campan a sus anchas. Les encantan las palmeras canarias, que no tiran dátiles, pero también las datileras. Al picudo le gustan mucho las dos variedades», explican.
La clave en la recuperación de las palmeras enfermas es la insistencia con el tratamiento que se conoce y se aplica en la actualidad. «Si la plaga no ha sido catastrófica, las palmeras se pueden recuperar. A algunas, si están flojas o sufren un ataque muy brutal, se las lleva por delante», aseguran los trabajadores que se encargan del cuidado de las palmeras del Ayuntamiento de Alicante, que insisten en que sobre todo se las trata para intentar salvarlas.
El problema empezó en los accesos a la ciudad hace unos cinco años. «El picudo está dando lugar a graves problemas en todo el Mediterráneo, con ciudades con palmerales importantes, como los de Elche, bastante afectados».
Otra clave para detener su avance es la colaboración de los propietarios de jardines privados en el cuidado de sus palmeras y el tratamiento cuando ya están enfermas para prevenir el contagio del picudo, ya que vuelan de las enfermas a las sanas.
Pese a ser consultados por la presencia del destructor insecto en palmeras de la avenida de Dénia, extremo confirmado in situ por los propios operarios, fuentes de la Concejalía de Parques y Jardines indicaron que la poda que se realiza es la programada y negaron problemas de picudo.
