La inserción laboral de los estudiantes que finalizan el ciclo de Formación Profesional de Mecatrónica Industrial ronda el cien por cien, índices similares a la satisfacción de las empresas que les contratan, que no baja del 90%. Los datos, recopilados por el Instituto Cavanilles de Alicante a lo largo de los cinco cursos en que se viene impartiendo esta enseñanza, avalan este ciclo como el más demandado laboralmente entre todos los técnicos que imparte.
En el IES Cayetano Sempere de Elche y el Pare Arques de Cocentaina también titulan a estos cualificados profesionales en los ciclos medios y superior, mientras que el Canónigo Manchón de Crevillent, La Canal de Petrer y Canastell de San Vicente imparten el primer ciclo.
«Nos piden titulados desde cualquier sector industrial», detalla Antonio Agulló, jefe de estudios del IES Cavanilles y exempleado del sector. Desde el fabricado de moldes de plástico para jugueteras o firmas de calzado, pasando por las de tejidos, de helados, del mármol y hornos de panadería, hasta el campo de la logística «porque cualquier empresa mínimamente automatizada, con mecanismos de engranaje, rodamiento, neumática, o fabricación mecánica, necesita de operarios formados tanto en mecanizado como en electrónica y automatización», abunda.
Conforme las pymes de la provincia actualizan su maquinaria e introducen la electrónica y la programación automatizada, la demanda de estos alumnos va en progresión también. «Se necesitan mantenedores con habilidades superiores. Nos reclaman operarios técnicos que sean capaces a un tiempo de adaptar las máquinas al proceso de producción, cambiando parámetros», añade el profesor José Carlos Denia, nombrado para los actuales campeonatos nacionales de FP máximo experto en Mecatrónica.
Sin embargo, no titulan tantos como necesitan las empresas, de ahí que el centro haya solicitado para el curso próximo impartir la enseñanza semipresencial, y que más trabajadores en activo actualicen su formación sin tener que asistir a clase. «Daríamos respuesta también a la demanda de las empresas», subraya el director, Rafael Herrero.
Atracción
Otman Cedan, entre los alumnos, está enfrascado con la máquina mientras hablan sus profesores. «No sabía qué estudiar, hice el Bachillerato y selectividad, pero no me atraía ninguna carrera. Me decidí porque hay más posibilidades de trabajo con un ciclo de FP», comenta. No obstante, como también añade Jorge Casal, piensan seguir estudiando y ambos apuntan a la robótica y las ingenierías.
«La introducción de la electrónica y la automatización convierten la Mecatrónica en un foco de atracción para el proyecto de implantación del Distrito Digital de Alicante, ligado a la implantación de la industria 4.0», puntualiza el director. De ahí que el centro se haya lanzado a solicitar también la creación del primer ciclo doble de Mecatrónica y Robótica, que se cursaría en tres años en lugar de cuatro porque comparten algunos contenidos. «Seríamos pioneros en la Comunidad y la demanda ya existe», afirma Herrero.
Carlos García está modelando una pieza. Concluye que los profesores son como una gran familia y que crear a partir de un bloque de metal resulta «apasionante».
