Comercios en locales con mucho peso histórico. El Ayuntamiento de Alicante tiene previsto ceder a la iniciativa privada aquellos refugios de la Guerra Civil que reúnan las condiciones adecuadas para acoger negocios de carácter cultural, tiendas o librerías. La propuesta fue presentada en la tarde del jueves por el responsable de Memoria Histórica, Pablo Rosser, durante el encuentro internacional sobre «Políticas y prácticas de Memoria Histórica y democrática», que se celebra hasta el domingo en Alicante con motivo del 80 aniversario del fin de la Guerra Civil. En estos momentos, el Ayuntamiento de Alicante está actuando sobre seis refugios con fondos europeos a través del proyecto Edusi.
Se trata de los búnkeres de la avenida General Marvá, Marques de Molins, Mercado Central, Padre Mariana, Tabacalera y plaza Músico Tordera (antigua Hermanos Pascual). De momento se ha llevado a cabo una primera fase de prospección, que ha consistido en abrir algunos de ellos y garantizar que reúnen las condiciones mínimas de seguridad para acceder a los mismos. «Ahora debemos conocer el estado en el que se encuentran estos refugios para determinar cuáles de ellos serían idóneos para ceder a la iniciativa privada, porque deben reunir una serie de requisitos mínimos, como por ejemplo el de contar con dos salidas en caso de que haya una emergencia». El dinero previsto para el acondicionamiento de estos espacios asciende a 400.000 euros. Si alguno de estos seis refugios no reuniera las condiciones para su cesión a la iniciativa privada, «se intentaría con otros de los muchos que aún hay por abrir en la ciudad de Alicante».
Mecanismos legales
Rosser explica que los mecanismos legales para llevar a cabo esta cesión temporal de uso ya están establecidos, «de la misma manera que se otorga la concesión para una cafetería en un parque municipal». En este sentido, el Ayuntamiento «redactará un pliego de condiciones que serán muy restrictivas respecto a la conservación de los espacios y las modificaciones que se puedan hacer en ellos». También habrá una restricción específica sobre el tipo de negocios que se pueden desarrollar en los refugios. «Hay que tener en cuenta que se trata de espacios de respeto en los que hubo gente que sufrió mucho, por lo que no se admitirá cualquier actividad». La cesión de estos espacios será temporal y el empresario pagará un canon durante el tiempo que desarrolle su actividad.
Por su parte, la concejala de Cultura, María Dolores Padilla, señala que el objetivo es dar prioridad a actividades privadas de índole cultural. Respecto a la conservación de los refugios, Padilla sostiene que en cuatro de ellos ya se ha entrado «y el estado es excelente». En una segunda fase se accederá al del Mercado Central y Marqués de Molins.
La iniciativa que quiere llevar a cabo el Ayuntamiento de Alicante no es original. En muchas ciudades de Europa, también en España, ya se ceden edificios históricos, como iglesias o teatros para abrir tiendas y restaurantes. Precisamente, destaca Pablo Rosser, «este es uno de los puntos recogidos en el plan Edusi que más ha gustado a Europa, ya que estos negocios pueden convertirse en un polo de atracción que dé dinamismo a los barrios en los que se ubican». Para el responsable de Memoria Histórica es además una oportunidad «de transmitir a la ciudadanía, y en especial a los más jóvenes, que la memoria histórica ni es peligrosa ni problemática y que además favorece el desarrollo de los barrios en los que se asienta».
El contrato para recuperar estos refugios se incluye en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible -Edusi Las Cigarreras-, que se está ejecutando en los barrios de Carolinas Bajas, Mercado Central, San Antón y Campoamor y tiene como misión la recuperación y dinamización de ésta área urbana, en el marco de la Dirección General de Fondos Comunitarios del Ministerio de Hacienda y Administraciones públicas.
Espacios históricos de gran interés
Espacios La ciudad de Alicante cuenta con dos refugios que se pueden visitar desde hace unos años, el de la plaza de Balmis y el de la plaza de Séneca. Desde que abrieron sus puertas, en 2015 el interés por estos enclaves históricos no ha hecho más que aumentar, como lo pone de relieve el paulatino aumento en el número de visitantes. En 2017 se registraron 5.511 visitantes y de enero a septiembre de 2018, últimos datos disponibles, hubo 5.065. Del estudio de los perfiles de visitantes, destaca normalmente el público joven de hasta 18 años, siendo las épocas de mayores visitas los meses de febrero a junio. Alicante llegó a contar con 94 refugios, que la convirtieron en una de las más importantes ciudades europeas en este tipo de construcciones. El refugio que hay bajo la plaza de Séneca podía llegar a albergar a 1.200 personas. El que hay bajo la plaza Balmis es de menores dimensiones.
