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La falta de señales y el mal enlace con Elche hacen de la Vía Parque un laberinto

Dos semanas después de la apertura del tramo inicial, la infraestructura viaria es una antología del despiste y peligroso para la seguridad vial en la zona

La señalización en la rotonda del Puerta de Alicante es confusa RAFA ARJONES

La apertura provisional de los tramos de la Vía Parque, uno con vía de servicio (dos carriles) para facilitar la salida de los vecinos de San Gabriel y otro para conectar la salida de Alicante con el Camino Viejo de Elche, han convertido el acceso y salida de la ciudad por la rotonda del centro comercial Puerta de Alicante en un laberinto, debido a la deficiente señalización de los tramos, sobre todo en el sentido salida. Un tramo, éste, que obliga a los vehículos a entrar en el viario de dos carriles que conecta con San Gabriel, donde se encuentran con una bifurcación en la que no hay ninguna señal indicativa de la salida.

Como no hay señal, gran parte de los coches continúan hasta el final topándose con una valla, ya que tampoco aquí existe un cartel que invite a continuar hacia la avenida de Elche para seguir al aeropuerto o IFA.

La entrada está un poco más clara pero también con dificultades y problemas de seguridad vial. Las señales son pequeñas, con un diseño que puede confundir y, lo que es peor, están mal colocadas. Conclusión: dada es la jornada en la que un conductor no se vea, día sí y día también, perdido por la calles del polígono industrial donde algunas arterias, como Saturno, son un mar de socavones debido al deterioro del asfaltado que no se ha repasado en años.

Camino Viejo de Elche

El carácter provisional de esta infraestructura viaria no justifica, por otro lado, lo mal resuelta que ha quedado esta parte sur de la Vía Parque de Alicante en un tramo clave como es el acceso a la carretera para seguir en dirección a Elche, una buena vía por cierto. La solución adoptada, duplicando los carriles del Camino Viejo, pero respetando las naves del polígono industrial (la más barata), no evita que éste tenga un efecto barrera que se debe salvar cruzando rotondas que no están bien señalizadas. Lo que está claro que es que la Vía Parque, cuyas obras avanzan ya hacia el PAU 1 pero se toparán en abril con las vía del tren y quedarán paralizadas, queda muy lejos de la prometida tercera circunvalación de Alicante.

Tampoco se ha resulto porque la conexión con la avenida de Elche nadie la conoce y, además, si se opta por buscar esta salida, los conductores están obligados a circular por una vía de servicio que atraviesa una urbanización hasta llegar al parque del Palmeral.

Vecinos afectados

Por otro lado, directamente afectadas por tramo nuevo de la Vía Parque entre San Gabriel y la rotonda del centro comercial Puerta Alicante están 72 familias que residen en los bloques 3 y 4 de la urbanización que la promotora Urbis levantó en la década de 2000, pero perjudica al conjunto de los 360 propietarios. La solución provisional que les plantea la Generalitat y el Ayuntamiento es que cedan un vial de la propia urbanización, en principio diseñado para el acceso de los Bomberos, para que circulen por allí 200 coches hacia Joaquín Blume. Los vecinos tienen que dar un rodeo de 4 kilómetros desde sus garajes en dirección a Puerta de Alicante y regresar por el tramo de 1,4 kilómetros abierto tráfico el pasado 8 de marzo.

Las obras tenían como objetivo resolver los problemas de accesibilidad del barrio de San Gabriel. La Conselleria de Obras Públicas ha creado un parque lineal con aceras, carril bici y zonas ajardinadas que debía mejorar de forma sustancial la movilidad peatonal y ciclista. De hecho, la superficie total del ámbito de actuación de este tramo de Vía Parque, es de unos 70.000 metros cuadrados de los cuales más de 50.000 metros cuadrados configuran este parque lineal y se destinan al uso peatonal y ciclista.

Una vez se ponga en servicio toda la obra finalizada se podrá recorrer completamente la Vía Parque desde la Avenida de la Costa Blanca (en la playa de San Juan) hasta la calle Joaquín Blume, que desemboca en la Avenida de Elche (N-332/N-340).

El tramo que ha abierto hace dos semanas une la avenida Lorenzo Carbonell con la calle Joaquín Blume, tiene una longitud de 1,4 kilómetros y cuenta con dos carriles por sentido, además de un carril-bici y aceras.

En su trazado, este vial pasa sobre las vías del ferrocarril y sobre el Barranco de las Ovejas mediante sendas estructuras de hormigón. Además, también se puso en servicio conjuntamente con este tramo, el nuevo puente sobre el ferrocarril previsto en el Plan General de Ordenación Urbana que une la Glorieta de Vía Parque (la de la avenida Lorenzo Carbonell) con la calle Rosa de los vientos y, a través de ella, con la Vía Parque Alacant-Elche. Un acceso problemático por la falta de señales que guíen al conductor.

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