La provincia de Alicante arranca hoy una primavera que se anuncia seca y calurosa -salvo quizá en el mes de abril- después de cerrar el invierno más seco desde que arrancó el siglo XXI y el octavo desde 1950, año desde que Agencia Valenciana tiene registros. Un periodo, entre diciembre de 2018 y el 20 de marzo de este año en el que, además, llovió un 85% menos de lo normal con registros paupérrimos en municipios como Alicante, donde en todo el invierno se han recogido 12 litros por metro cuadrado, cuando la cifra normal para el invierno son 70 litros. En Elche, la lluvia dejó una media de 14 litros por los 63 normales.

En cuanto al calor, el invierno resultó, de media, un grado por encima de la temperatura media. Cuarto año consecutivo, por tanto de sequía, y sin apenas esperanzas porque la primavera, periodo del año en el que más tiene que llover, los pronóstico son de más calor y menos lluvias. Y todo, en un escenario con el trasvase Tajo-Segura en permanente amenaza y el Júcar-Vinalopó parado.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, el invierno fue muy cálido y extremadamente seco. La temperatura media ha sido 9.4 º, que es 1º superior a la del promedio normal (8.4º), el trimestre invernal recién finalizado es el octavo más cálido desde 1950.

Debido a la estabilidad, se ha producido una gran amplitud térmica, con temperaturas máximas diurnas muy suaves, 2.2º por encima de los valores normales en el promedio estacional, y mínimas nocturnas que han estado en general por debajo de los valores normales, -0.2 ºC, aunque en el balance final ha pesado más el anómalo comportamiento de las máximas, de ahí el carácter muy cálido del trimestre.

Sólo hubo un episodio frío en el invierno, y además fue breve; se registró los días 10 y 11 de enero. Esos días se produjo la invasión de una masa de aire polar muy seca. El aire frío y el cielo despejado dieron lugar a los noches más frías del invierno.

La precipitación media, 18.0 l/m2, es un 86% inferior a la del promedio climático del periodo 1981-2010 (130.6 l/m2). Es el trimestre invernal más seco en la Comunidad Valenciana desde al menos 1950. Todo el territorio presenta un acusado déficit pluviométrico en invierno, y prácticamente sólo hubo un día de precipitación significativa en el trimestre, el día 13 de diciembre, que fue el único en el que se superaron los 20 l/m2 en algún observatorio de la Comunidad. Ese día en Tibi se acumularon 55.4 l/m2, en Tárbena 48.0 y en Alcoi 47.8 litros.

El acumulado en el invierno climático en localidades de la provincia de Valencia como Chiva, Tuéjar, Llíria, Buñol o Chelva, ha sido inferior a 5 l/m2.

A pesar de que el invierno ha sido extremadamente seco, el otoño fue muy húmedo, por lo que en el balance pluviométrico de estos casi 6 meses que han transcurrido del actual año hidrológico (entre el 1 de octubre de 2018 y el 20 de marzo de 2019), la precipitación acumulada es prácticamente igual a la precipitación normal, aunque con una gran diferencia entre comarcas, ya que en la provincia de Castellón y casi todo el litoral de Valencia, donde los temporales otoñales fueron especialmente intensos, hay superávit pluviométrico a 20 de marzo, mientras que en Alicante y el interior de Valencia el balance de estos casi seis meses es deficitario.