«El Club de Debate no es una frikada, es un hobby que además te sirve para cualquier profesión porque al final tienes que vender un producto, un proyecto o a ti mismo como profesional. Las empresas tienen muy en cuenta que hayas participado en este tipo de actividades porque adquieres competencias analíticas, de comunicación y cultura. Hace poco estuvimos en un gran bufete de abogados y se interesaron mucho por cómo funcionan las ligas de debate y lo que tenemos que hacer en las competiciones», explica Jesús Tejada, codirector del Club de Debate de la Universidad de Alicante.
Este club ha crecido como la espuma desde su creación, hace apenas tres años, y ya ha ganado dos competiciones nacionales. «Empezamos seis personas, el año pasado fuimos quince y el pasado septiembre se querían apuntar 200 alumnos para este curso, así que el crecimiento ha sido exponencial», afirma la codirectora Celia Herrero. «De hecho, al final nos hemos tenido que quedar con unos 80 miembros porque aún no estábamos preparados para gestionar un volumen tan grande de participantes», añade esta alumna de Derecho. ¿Por qué se ha producido este boom? Pues «por el boca oreja y porque hemos informado de las actividades que realizamos», responde Herrero.
«A priori la gente piensa que un equipo de debate que participa en las distintas ligas que van organizando universidades de toda España es para alumnos de Derecho o como mucho del doble grado con ADE. Pero este año estamos muy contentos porque se ha abierto a todas las ramas del conocimiento y se han apuntado alumnos de Magisterio, Nutrición, Química y hasta de Ingeniería Robótica», destaca esta veterana del equipo.
"El buen orador no hace, se hace. Incluso si tienes facilidad de palabra, siempre se puede mejorar". Celia Herrero, Codirectora del Club de Debate de la UA
El Club de Debate pertenece al Consejo de Estudiantes y recibe el apoyo del Vicerrectorado de Estudiantes y de los Alumni, asociación de antiguos alumnos de la UA. Gracias a ello pueden moverse por toda España para participar en las ligas que se organizan practicamente todos los fines de semana. Y el Club va lanzado. Dos de sus integrantes, Rocío Saadeh y Andrea Arnau, han ganado dos competiciones nacionales en las que trataron la legitimidad de las grandes potencias para intervenir en las dictaduras. Ambos torneos fueron de los llamados académicos, en los que el equipo dispone de un mes para preparase el tema y poder argumentar su postura tanto a favor como en contra, ya que se enteran un cuarto de hora antes de la posición que defenderán. «La clave es tener una estrategia clara para argumentar y rebatir a los contrarios, esa es la única manera de ganar. En nuestro caso nos acogimos a que si se cumple el protocolo de Naciones Unidas sí es legítima la intervención, pero según el tema debes descubrir esa clave y construir tu discurso», señala Saadeh.
No siempre los temas son tan sesudos. Existe otra modalidad que se basa en la improvisación, la llamada del Parlamento británico, en la que los alumnos de la Universidad de Alicante han llegado a debatir sobre si es aceptable que las chicas no paguen en la discoteca, las aplicaciones de citas o si es positivo o no ver series como Narcos. En esta modalidad el equipo, formado por entre dos y cinco universitarios, conoce el tema quince minutos antes de empezar y deben ser capaces de elaborar un razonamiento y exponerlo durante siete minutos.
Para ello, ensayan dos horas dos veces por semana. «Tenemos un grupo de novatos y otro de veteranos, pero si alguien quiere ir a todas las horas puede hacerlo», precisa Celia Herrero. En esas clases además de realizar debates para corregir los fallos, ven vídeos de personalidades relevantes y también organizan clases magistrales con profesionales expertos en comunicación.
"En cualquier profesión tienes que vender algo y las empresas valoran las ligas de debate". Jesús Tejada, Codirector del Club de Debate de la UA
«El buen orador no nace, se hace. Incluso si tienes facilidad de palabra siempre se puede mejorar», asegura la codirectora. En esto coincide con Sergio Palacín y Guillermo Bernabeu, también miembros veteranos del club, que apuntan que gracias a los debates «evitas los dogmatismos porque muchas veces defiendes ideas contrarias a las tuyas y te ayuda a ponerte en el lugar del otro y a comprender sus argumentos». «Además sirve para saber expresar ideas e hilarlas de manera lógica en público, evitando argumentos vacíos que son penalizados por los jueces», señala Palacín, que se ve en un futuro en la política como parlamentario. «Pero no a todos nos interesa la política, mucha gente se apunta para mejorar sus exposiciones en clase y se nota mucho esa mejoría en apenas unos meses», interviene Herrero.
El próximo gran reto del Club de Debate de la UA consiste en ser seleccionados para el «Mundial» de los debates en lengua castellana, el CEMUDE que se celebrará en Perú el próximo julio. En breve la organización les comunicará si pueden enviar a los tres equipos que han inscrito. Pero antes, a principios de abril, participarán en el Torneo de las Tres Culturas de Córdoba y en otra competición para veteranos en Galicia.
