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La espera para tratamientos de estimulación precoz en prematuros llega hasta seis meses en Alicante

Asociaciones critican que para rebajar la demora, Igualdad les obliga a atender a dos niños por cada plaza subvencionada, lo que se traduce en un recorte de los tratamientos

Imagen de archivo de un centro de atención temprana de la provincia de Alicante. informaciÓn

La falta de plazas en los centros de atención temprana de la provincia de Alicante está provocando demoras de hasta seis meses en la atención de niños prematuros o que tienen algún tipo de discapacidad y que necesitan de estos tratamientos para superar las alteraciones en su desarrollo. Así lo denuncian tanto las asociaciones que prestan este servicio, como las familias, pediatras de distintos hospitales y el Cermi, entidad que agrupa en la Comunidad Valenciana 14 federaciones de personas con discapacidad.

La atención temprana en la Comunidad Valenciana se presta en centros gestionados por asociaciones y las plazas las subvenciona la Conselleria de Igualdad. En total hay 15 centros en la provincia de Alicante a los que acuden a recibir tratamiento hasta los seis años de edad aquellos niños que presentan trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos. La mayor parte se trata de niños que han nacido de manera prematura, pero también se deriva a niños a los que se diagnostica una patología cuando nacen o aquellos que en algún momento de su evolución presentan alguna señal de alarma de que su progreso no es el esperad.

El problema, según destacan desde las asociaciones, es que la demanda ha ido aumentando año tras año y no ha ido acompañada del correspondiente incremento en el número de plazas. Actualmente, el 10% de los niños que nacen son prematuros, lo que significa que sólo en la provincia de Alicante 670 niños cada año necesitarían de estos tratamientos. Y esta cifra sólo tiene en cuenta a los bebés que han nacido antes de tiempo, a los que habría que sumar aquellos que presentan alguna discapacidad o problema de desarrollo. Pediatras consultados por este diario reconocen que la situación de la atención temprana en la provincia les preocupa, por las listas de espera tan abultadas y el tiempo que pierden los niños en ser valorados y recibir una mínima atención.

Para estos profesionales el retraso con el que se inician los tratamientos puede tener consecuencias. La evolución de los niños, añaden, puede verse influida en gran parte por la fecha de la detección y del momento de inicio de la atención temprana, ya que dadas las características del cerebro en desarrollo, cuanto menor sea el tiempo de privación de estímulos mejor aprovechamiento habrá de la plasticidad de su cerebro y potencialmente menor será el retraso.

Los especialistas también lamentan que en muchas ocasiones el número de sesiones y la atención que reciben los pequeños depende más de los niños que hay en cola en ese momento que de la patología que presentan o de los factores de riesgo.

Desde las asociaciones prefieren no hacer valoraciones oficiales por miedo a que la Conselleria de Igualdad les corte las subvenciones, pero sí reconocen que tienen demoras de hasta seis meses y algunas de ellas tienen a decenas de niños en lista de espera.

Quien sí habla es el Cermi. Su presidente en la Comunidad Valenciana, Luis Vañó, exige que la atención temprana sea considerada un derecho, «de la misma forma que lo es la educación o la sanidad» y lamenta el retraso que se está produciendo en estos tratamientos «que deberían comenzar de manera inmediata, cuando se detecta un problema».

Recientemente, el Síndic de Greuges ha iniciado una investigación por el cambio en los protocolos de la Conselleria de Igualdad en cuanto a la derivación de los niños a los centros de atención temprana con la intención de paliar la gran demora que hay.

La medida más polémica que trae este nuevo protocolo es la de aumentar la ratio, de manera que por cada plaza subvencionada se atienda a dos niños.

Es lo que ha ocurrido ya, por ejemplo, en el centro de atención temprana de Aspanias, en Elche. Denuncian que este año han tenido que duplicar el número de usuarios que atendían con respecto al año pasado, lo que ha obligado a los técnicos a reducir casi un tercio el tiempo que le dedican a cada uno de los pacientes al no disponer de más recursos para atender el aumento de pacientes atendidos, que pasa de los 157 a los 210. Unas cifras que contrastan con los 105 de hace apenas un año.

Este recorte ha provocado la indignación de los padres de los menores, quienes lamentan que si no se presta la atención necesaria a estos niños, que arrastran diferentes problemas de desarrollo, podrían arrastrar problemas en el futuro. Desde Aspanias admitieron a este diario a que han tenido que hacer reajustes en los tiempo de atención para, con el personal con el que cuentan actualmente, poder asumir ese aumento del alumnado. El aumento hasta el doble de plazas se ha ido realizando de forma progresiva en los últimos meses. Primero pasaron de 105 plazas a 157 y ahora se ha llegado a las 210, señalan desde Aspanias. El presupuesto que les ha destinado la Conselleria, señalaron, no ha crecido en la misma proporción, por lo que no pueden contar con más personal.

Desde la Conselleria de Igualdad contradijeron este extremo, y señalaron que durante esta legislatura el presupuesto ha pasado de 942.000 euros a 1,2 millones, cerca de un tercio. Una cuantía, insistieron, que debería servir para poder realizar ese aumento del personal necesario. Desde el Consell señalaron que el criterio de duplicar las plazas data de 1995, por lo que no es algo nuevo y es una medida que puede aplicarse desde entonces. El objetivo de este aumento de la ratio es reducir el tiempo de espera que los usuarios tardan en acceder al servicio de atención temprana, que se sitúa en Elche en cerca de cinco meses, según señalaron a este diario fuentes sanitarias.

Padres afectados por esta situación lamentan que al final los grandes perjudicados son los niños. «Mi hijo necesita dos horas de logopeda a la semana, y me la han reducido a una hora y media. Es tiempo que no va a recuperar, y si ya dos sesiones de una hora se quedaban cortas, la situación ahora es aún peor», lamenta una madre. «Los padres y el centro ponemos todo de nuestra parte para garantizar la correcta atención a nuestros hijos. Nos movemos, recaudamos fondos, el personal del centro también se entrega al 100%? Pero al final, si con los mismos recursos tienen que atender al doble de gente, los números no salen», señala otro padre al que le han recortado el tiempo de atención a su hijo.

La Conselleria de Igualdad defiende que en los últimos años han aumentado las plazas de atención temprana, al pasar de 626 en 2015 hasta 960 en 2018 «y la previsión es que cuando termine 2019 lleguen a las 1.200».

En cuanto a inversión, el departamento de Oltra señala que se ha pasado de 2,7 millones de euros en 2015, a más de 6 millones de euros que tiene recogido el presupuesto de 2019 para la atención temprana. Respecto a las demoras, Igualdad sostiene que «en algunos centros no existe lista de espera». En cuanto al tiempo medio de espera, añaden, «no nos conta que de forma mayoritaria esté en seis meses». La mayoría de peticiones, aseguran, «se corresponden con principios de 2019».

La situación desde todos los ámbitos

Centros con niños en lista de espera

aAsociaciones consultadas por este diario reconocen demoras de hasta seis meses y afirman que tienen a decenas de niños en lista de espera. En los casos más graves buscan financiación de empresas o entidades bancarias para iniciar los tratamientos cuanto antes.

El Cermi exige que sea un derecho

El Cermi exige que la atención temprana en la Comunidad Valenciana sea un derecho para aquellos niños que la necesitan, en la misma categoría que se encuentra la educación o la sanidad.

Los padres critican el recorte en tratamientos

Los padres critican el recorte de tratamientos que se está produciendo en algunos centros, ya que la conselleria ha ordenado que se aumente la ratio con el objetivo de reducir las listas de espera que sufren los centros.

Los pediatras lamentan el retraso

Los pediatras que atienden a estos niños alertan de la importancia de empezar estos tratamientos cuanto antes para reducir el retraso que puedan sufrir los niños.

Igualdad afirma que hay más plazas

La Conselleria de Igualdad asegura que en los últimos años se han aumentado plazas y que la demora mayoritaria es menor a seis meses.

Muchas familias optan por pagar los tratamientos

El Síndic de Greuges tiene en marcha una investigación para conocer el funcionamiento de los centros

La enorme lista de espera que tienen que soportar las familias obliga a que muchas de ellas tengan que pagar estos tratamientos de su bolsillo, como reconocen desde el área de Pediatría de un hospital de la provincia. En las asociaciones también indican que es habitual que los padres hagan el tratamiento por vía privada a la espera de conseguir una plaza pública. En el caso de aquellas familias que no pueden asumir semejante desembolso, las asociaciones han llegado a buscar la ayuda de una entidad bancaria o una empresa para becar a estos niños. Recientemente, el Síndic de Greuges ha abierto una actuación de oficio sobre el funcionamiento de los centros de atención temprana tras tener conocimiento de que, a raíz de una instrucción interna de la Conselleria de Igualdad, los centros se ven obligados a atender a dos menores por cada una de las plazas que tienen concertadas, «lo que podría repercutir en la calidad del servicio que se debe prestar tanto a los menores como a sus familias», señala la institución. A pesar de haberse incrementado el número de menores atendidos, la Administración no ha aumentado la ratio de profesionales de estos recursos. Tampoco habría reflejado esta situación en la convocatoria de concierto de diversidad funcional.

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