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Instituto de Neurociencias

«La investigación debe acercarse a la empresa para transformarla en innovación»

Expertos señalan la necesidad de elevar el número de patentes durante el debate de apertura del ciclo «Ciencia y sociedad» de la Semana del Cerebro

«La investigación debe acercarse a la empresa para transformarla en innovación»

En el último año España presentó 1.900 patentes internacionales y en ese mismo periodo una sola multinacional del sector de las telecomunicaciones lanzó 4.000. Para generar una patente en nuestro país hacen falta 300 publicaciones de alto nivel.

Es lo que los científicos conocen como la paradoja española. «Tenemos una ciencia razonablemente buena y ocupamos el puesto número 12 en el mundo en cuanto a publicaciones, lo que es idóneo dado nuestro peso poblacional, pero eso no se traduce en una posibilidad de innovación en cuanto a patentes, donde nos encontramos a la cola del primer mundo, ocupando el puesto 30», explica Pablo Artal, profesor de la Universidad de Murcia, quien participó ayer en el Club INFORMACIÓN en un debate coloquio sobre ciencia e innovación, dentro del ciclo «Ciencia y sociedad», con el que se abre la Semana del Cerebro del Instituto de Neurociencias, centro mixto Universidad Miguel Hernández-CSIC. En el debate coloquio se puso sobre la mesa la urgencia por hacer que la investigación que se genera en los laboratorios españoles llegue a las empresas.

Entre los aspectos más urgentes por cambiar, a juicio de Artal, la mentalidad de los propios científicos. «Muchos investigadores piensan que cuánto más alejados estén sus trabajos de la práctica, más puros son y esto es algo que no se sostiene».

El segundo aspecto que interviene en esta realidad es el pobre entorno innovador. «En España no hay una tradición de empresas innovadoras, como en Silicon Valley, aquí la gente se hace rica de otra manera». La excesiva burocracia que hay en nuestro país, «donde montar una pequeña empresa es muy complicado», también dificulta que las investigaciones lleguen a materializarse. Pablo Artal también echa en falta fondos de capital riesgo, «como en otros países, donde siempre hay capitales privados dispuestos a financiar ideas, por muy locas que estas sean». Por último, el investigador de la Universidad de Murcia, reclama invertir en aquello que es productivo en el tiempo. «Muchas veces nuestros proyectos son a largo plazo y eso choca con el cortoplacismo de los políticos. La ciencia, como la educación, requieren de amplitud de miras», sostiene Artal.

El coloquio de ayer contó con la presencia de Andrés García Reche, quien presentó el proyecto de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), del que es vicepresidente ejecutivo. El objetivo de la AVI «es transformar el modelo productivo a través de la interconexión entre el conocimiento científico y tecnológico con las empresas». En este sentido, García Reche cree que el sistema productivo valenciano sólo puede cambiar «si el conocimiento científico se incorpora a las empresas».

Potencial en el sector sanitario

El sanitario es uno de los ámbitos con mayor potencial en este terreno. «El 30% de nuestros investigadores se dedican a la biomedicina y a las áreas de la salud, que son esenciales, dado el envejecimiento de la población y la preocupación que existe por los temas que afectan a la salud». Actualmente, la Agencia Valenciana de la Innovación está a punto de cerrar la segunda convocatoria de ayudas para llevar a la práctica proyectos de investigación en los que colaboren empresas, institutos de investigación y entidades científicas. García Reche confía en que en esta edición se duplique el número de empresas participantes en la primera, que superó las 200.

Por su parte, el director del Instituto de Neurociencias, Salvador Martínez, hace hincapié en la necesidad que tienen los científicos en la actualidad «de que la investigación resuelva los problemas de la población».

Martínez recuerda que en el Instituto de Neurociencias se ha creado una vía directa para que los investigadores puedan ver materializados sus trabajos en la sociedad a través de la puesta en marcha reciente de una Unidad Científica de Innovación Empresarial, un proyecto financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación y que es el primero de este tipo que se pone en marcha en la provincia de Alicante.

La unidad ya está trabajando sobre cuatro proyectos concretos que los investigadores piensan que pueden ser útiles para la sociedad.

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