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Los institutos combaten por primera vez el ciberacoso formando «Hermanos Mayores»

Alumnos de 15 y 16 años aprenden a actuar frente al acoso en las redes sociales y se convierten en cibertutores de los más pequeños de 12 y 13 años - El proyecto lo comparten seis países europeos

Los institutos combaten por primera vez el ciberacoso formando «Hermanos Mayores»

Los institutos de Secundaria empiezan a dar otra vuelta de tuerca a la lucha contra el acoso en la redes o ciberbullying sobre el que los últimos datos del Ministerio del Interior sitúan a la provincia la tercera del país con más casos junto a Valencia, y solo por detrás de las de Madrid y Sevilla.

Estas son las únicas provincias que superan las 200 infracciones penales contra la convivencia escolar al año, y los profesores del Instituto Figueras Pacheco de Alicante -uno de los centros de la provincia pioneros de la iniciativa- se han aliado con otros cinco centros europeos para crear una red internacional de alumnos cibertutores que, una vez formados contra el ciberbullying, hagan llegar a sus compañeros más pequeños las acciones imprescindibles para no convertirse en víctimas y afrontar con seguridad los riesgos de internet.

El proyecto Erasmus «European Media Coaches in Action» compartido con Francia, Alemania, Gran Bretaña, Polonia y Rumanía hasta 2020, revela que la problemática es similar en todos los países y que va en aumento. El ciberacoso implica daño intencionado y repetido de un menor o grupo de menores hacia otro mediante el uso de medios digitales. El insulto, la amenaza, difusión de rumores o suplantación de la identidad son los métodos más empleados en estos casos.

Los profesores Gloria Gómez, Carlos Sampedro y José Manuel Doménech incluyen en la formación de estos primeros «hermanos mayores» las claves también para detectar el grooming o intento de un adulto de aprovecharse de un menor con falsas identidades online; la radicalización de adolescentes a través de las redes; o la detección de noticias falsas o fakenews a partir de la web especializada maldita.es; así como los perjuicios para la salud por el empleo abusivo de móviles y tablets en las articulaciones o en el oído.

Coacciones

«Ninguno de los alumnos que estamos formando declara abiertamente haber sufrido ciberacoso, pero todos ellos han oído de alguien que padece coacciones en internet», destaca Carlos Sampedro en el intervalo de una de las sesiones formativas para una treintena de estudiantes de tercero y cuarto de la ESO, con 15 y 16 años, que serán los que a su vez acompañen y resuelvan situaciones complicadas en las redes para los de 12 a 14 años en primero y segundo curso.

Primero irán a las aulas de los más pequeños porque recibir estas enseñanzas de compañeros más cercanos a su edad «resulta más efectivo, como sucede también con los mediadores de conflictos cuando son alumnos mayores», abundan los profesores. Y después, en los centros de la provincia que han iniciado un proyecto similar, situarán un área del patio de recreo a la que los estudiantes saben que podrán dirigirse para compartir sus problemas en las redes con los alumnos tutores, ya formados, y recibir pautas, consejos o incluso una ayuda directa cuando sea necesaria.

«El principal riesgo para los más jóvenes es que no perciben como una amenaza clara tener contactos en internet con desconocidos», alerta Sampedro. De ahí que les prevengan con esta formación «porque el grooming, cuando ocurre, tienen consecuencias muy graves», afirma.

El modus operandi de estos acosadores parte de hacerse pasar por niños y niñas de la misma edad y con idénticos problemas, con lo que se ganan su confianza. «Deben desconfiar de quien comparte demasiados datos con ellos y no aportan sobre sí mismos ni lo más básico». Sampedro se refiere a los datos del DNI, edad, sexo y domicilio, «y ya no hablo de fotos comprometidas de contenido sexual o sexting, ni de la situación familiar», insiste.

Huella

Entre los riesgos que abordan estos cibertutores que actuarán como «hermanos mayores» de alumnos más pequeños también, figuran las publicaciones en red que no van acompañadas de una reflexión sobre su repercusión futura. «En general los jóvenes no miran al futuro y deben tener un control, porque en internet todo permanece y alguien puede hacer un uso malintencionado», apunta José Manuel Doménech.

Sin embargo, sobre lo que muestran más preocupación los alumnos en formación, lejos de la huella digital, es sobre su seguridad a la hora de navegar, por lo que lo que sí hacen es cambiar amenudo de contraseña.

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