Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

«A nuestro hijo le decimos que nació en otra barriga y en nuestro corazón»

Una pareja alicantina tuvo que desistir de ser padres de un niño de Etiopía y siete años después logró la adopción nacional

«A nuestro hijo le decimos que nació en otra barriga y en nuestro corazón»

Pablo y María -nombres ficticios- siempre quisieron ser padres y pensaron que sería fácil tras casarse con apenas 30 años. Pero no fue así. «Tras varios años intentándolo de forma natural primero y con tratamientos después vimos que no era posible, pero nuestro deseo de ser padres seguía siendo el mismo, así que en 2011 nos decidimos a adoptar», resume Pablo. «Realizamos la solicitud para adopción nacional e internacional, pero nos centramos en ésta última porque nos dijeron que sería más ágil. Nos informamos, acudimos a una Entidad Colaboradora de Adopción Internacional (ECAI) y como había buenos acuerdos con Etiopía nos decantamos por este país», cuenta. Tras ser evaluados y pasar por una formación lograron la ansiada idoneidad. «Nuestro expediente fue remitido a Etiopía y a partir de ese momento pierdes el control de la situación y sólo puedes esperar», afirman.

Cuando estaban a punto de conseguirlo Etiopía cerró la puerta a las adopciones. «Vivimos momentos de mucho agobio y estrés porque ya llevábamos seis años de espera y fue un jarro de agua fría. Desistimos. Pero la vida nos sonrió en 2017 cuando nos llamaron desde la conselleria para decirnos que había un niño en la Comunidad Valenciana al que podíamos adoptar», explica. «Como las evaluaciones caducan cada dos o tres años y el expediente vuelve a partir de cero cada vez ya podemos decir que somos súper papás porque nos han considerado aptos para ser padres tres veces», bromean.

Nacho -nombre también ficticio- llegó con 4 años a casa. «Era un niño con necesidades especiales por la desatención en la que se había criado, pero un año después sólo podemos hablar maravillas de la experiencia», asegura Pablo. «Nosotros le decimos que nació en otra barriga y en nuestro corazón porque es así», explica. «Suponemos que a medida que crezca irá preguntando más cosas, pero lo llevamos con naturalidad y si un día nos dice que quiere conocer a su madre biológica lo acompañaremos», afirma Pablo. «Adoptar no es una realizar una buena obra, es ser padres con todo lo que eso conlleva. Es quererle, educarle, ser feliz con él, reñirle, estar con él cuando se caiga y cuando se levante», señalan estos padres.

«El proceso de adoptar es complicado, como estar en una montaña rusa, y como pareja tienes que estar preparado emocionalmente para ello porque es duro. Pero cuando llega es maravilloso y estamos felices con la familia que hemos formado», aseguran.

Compartir el artículo

stats