Un total de once centros de educación especial de la provincia de Alicante se manifestaron ayer en el Palau de la Generalitat en València para denunciar deficiencias en las instalaciones como barreras arquitectónicas, accesos con baches y desniveles, puertas y sillas rotas, baños no adaptados o problemas de fontanería y electricidad.

Según las AMPAS, los recursos materiales y personales se están retrasando y la ocupación de vacantes y sustituciones se están alargando en el tiempo. Aseguran que en muchos casos las instalaciones no cubren las medidas de seguridad, salubridad ni de accesibilidad.

A la concentración asistieron profesores, familias y alumnos de numerosos centros de educación especial de la Comunidad Valenciana, que han expuesto sus reivindicaciones y demandas. Al final del acto se leyó un manifiesto para reclamar más atención por parte del Consell, indicando que estos centros "están siendo constantemente olvidados por las administraciones públicas".

Los padres lamentan que niños con movilidad reducida, escasa motricidad y con discapacidades físicas y psíquicas tengan que soportar a diario obstáculos que limitan su movilidad y que empeoran su calidad de vida.

Los familiares de estos jóvenes con diversas discapacidades físicas y psíquicas consideran que ha llegado el momento de «unirse y ser visibles», haciendo hincapié en que «los centros específicos de educación especial forman parte del sistema educativo y son tan importantes como cualquier otro». Por ello, ayer junto al conjunto de AMPAS de los colegios de educación especial de la Comunidad Valenciana, los sindicatos UGT y STEPV, asociaciones civiles y centros educativos, los padres de los colegios alicantinos se manifestaron en la Plaza de Manises de Valencia a las 12 horas bajo el lema «Por la mejora de los centros de educación especial, ¡Súmate!».