Los jóvenes españoles siguen siendo machistas. Así lo revela el primer informe sobre igualdad elaborado por la fundación de Ayuda contra la Drogadicción del Centro Reina Sofía.

La encuesta a jóvenes entre 20 y 24 años refleja que siguen siendo "tradicionales y sexistas" en un 62% los chicos y en un 38% las chicas.

Aun sin situarse en un "machismo extremo", como señalan los autores, se muestran mucho más proclives a enfatizar los estereotipos diferenciales de género y a visualizar las relaciones interpersonales desde los roles más tradicionales de género y a partir de la dominación masculina.

Esto les lleva a "justificar mucho más la violencia derivada de este tipo de relaciones de dominación".

Así, lo de grabar o hacer fotos a la pareja sin permiso, amenazar con hacerle daño si le deja, tratar de que no vea a sus amistades, decirle que no vale nada o controlar permanentemente dónde está se convierte en algo aceptable para ellos.

En un 17% no son conscientes de las desigualdades y no muestra interés en que la sociedad adopte medidas contundentes para favorecer la igualdad de género o para que se penalicen los actos de discriminación.

El referido porcentaje del 62% de nuestros jóvenes consideran además que no existen ámbitos en los que se manifieste la discriminación hacia las mujeres.

En algunos casos llegan incluso a rechazar que haya que sancionar a las empresas que pagan menos a las mujeres por el mismo trabajo, que el permiso de paternidad deba estar equiparado al de maternidad o que se deba garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en cargos públicos.

Con idéntica intensidad rechazan la selección laboral por méritos y la discriminación positiva.

Por otra parte, y en un ámbito que aporta más esperanza social, dos de cada tres mujeres se muestran conscientes sobre el avance en cuestiones de equiparación de géneros".

Son, según el resultado de la encuesta, identidades menos estereotipadas, con menor diferenciación en cuanto a los roles y capacidades de hombres y mujeres y conscientes de la existencia de desigualdades, de forma que apuestan por la movilización para orzar el avance de mejores oportunidades para las mujeres en el acceso a la vida social, política y económica.

El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud trabaja por "incluir la perspectiva de género en todos los programas, proyectos y campañas de FAD y por ser un referente en esta tarea a nivel nacional".

Sus grupos de trabajo son interdisciplinares y promueven "la visibilización de la mujer y la generación de datos significativos para aportar valor a la construcción de una juventud más equitativa".