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Pacientes y médicos se quejan del retraso en la ampliación del General

Enfermos de cáncer protestan al paso de la consellera por las horas de espera para que les apliquen el tratamiento

Pacientes y médicos se quejan del retraso en la ampliación del General

La que inicialmente se postulaba como una jornada de celebración y enhorabuena para los responsables autonómicos de Sanidad, que ayer se deslazaron al Hospital General de Alicante para inaugurar la ampliación del Hospital de Día para pacientes de cáncer y anunciar la inminente licitación de la ampliación también del Servicio de Urgencias, por valor de 6 millones de euros, acabó entre abucheos y quejas de enfermos y facultativos porque, como declaraban sumamente enfadados, todo llega demasiado tarde.

En cuanto la consellera, Ana Barceló, accedió con otros responsables políticos y del centro hospitalario a la sala del Hospital de Día ampliada, -45 metros cuadrados añadidos a los 60 de que se disponía, casi el doble-, los enfermos oncológicos que esperaban turno empezaron a protestar.

Reconocen que están más cómodos y mejor que antes, el espacio y calidad de los asientos lo certifican, pero que siguen esperando horas y horas para completar el tratamiento, por lo que la presencia de los políticos les enervó.

«Más personal y menos sillones, que me vengan con estas...», se lamentaba uno de los enfermos más enfadados al tiempo que aseguraba que en tres ocasiones ha llegado a las 8:30 de la mañana y se ha ido a las 20:00 de la noche.

En la misma sala de estreno, Marian Pastor comenta que el tiempo de su tratamiento es de 40 minutos pero que su permanencia en el hospital se prolonga hasta seis horas «porque ya he terminado la quimio. En la fase en la que estoy ahora, refuerzan mi sistema inmunitario. Antes tenía que estar hasta 14 horas».

Como tiene que esperar turno tras hacerse la analítica y que les vea la doctora, su estancia se alarga y la presencia de los políticos, que no se dirigieron a ellos en ningún momento y pasaron de largo hacia otra sala interior para reunirse, fue como la gota que colmó el vaso de su paciencia.

«Que quede claro que el personal es inmejorable. No tengo ninguna queja, siempre me han tratado fenomenal, pero también hay que decir están desbordados», abundaba Marian.

Explicaciones

Aunque no se detuvieron en su visita a las instalaciones, la comitiva que acompañaba a la consellera pudo oir algunas de las quejas y concluyeron que el problema radica en que «no se ha sabido explicar el circuito del tratamiento».

Así que el gerente, Miguel Ángel García, lo hizo: «No falta personal en absoluto. Para evitar que el paciente venga el día antes a hacerse la analítica y agilizar su tratamiento, vienen a primera hora para la extracción de sangre. Pueden pasar dos horas y media hasta que se procesa en el laboratorio y tras los resultados, deben verlo los facultativos porque condiciona el tratamiento. A partir de ahí se da la orden de preparación de la medición que también lleva un tiempo en Farmacia. Es secuencial e imprescindible un mínimo de cuatro horas en cualquier hospital de primer nivel», aseveró. Por su parte, el director de Enfermería, Juan Ferris, añadió que «hay dos enfermeras más el último año, pero aunque aumentásemos diez más, esperarían lo mismo».

Frente a otras quejas de facultativos de Urgencias, que no se fían de que las obras de ampliación largamente prometidas se lleven a cabo, la consellera afirmó que en dos semanas se licita el nuevo edificio de 3.300 metros cuadrados en tres plantas. Hasta junio no empezará la obra, por lo que como mínimo se prolongará tres años, por fases, para ir reformando también la dependencias actuales.

En Urgencias subrayaban ayer que «estamos colapsados. Este fin de semana hubo ingresos que se quedaron en urgencias y en pasillos porque no había camas, y un paciente grave tuvo que esperar dos horas en la sala de paradas hasta llevarlo a otro centro. Estamos desbordados», concluyeron.

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