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La limpieza de la ciudad: eterna asignatura pendiente

Aunque se aprecia una mejora por el incremento del baldeo, la mayoría de alicantinos sigue viendo las calles sucias

La limpieza de la ciudad: eterna asignatura pendiente

La imagen de una Alicante impoluta a ojos del turismo y de los ciudadanos dista todavía de ser una realidad, y la mayoría de personas consultadas a pie de calle y numerosas asociaciones de vecinos ponen el foco en la suciedad, sobre todo en las colillas, papeles, basura fuera de horas, orines caninos y humanos y residuos incrustados en el suelo que los baldeos que ha incrementado el Ayuntamiento no consiguen arrancar, aunque el ciudadano agradece el aumento de la higienización con agua de las calles. Todos coinciden en que la deficiente limpieza es la asignatura pendiente del mandato, rozando el problema de salud pública en algunos momentos como el verano de 2016 con las ratas recorriendo el Casco Antiguo a plena luz, lo que quedó plasmado en forma de reclamaciones en portales internacionales de turismo.

En el Barrio ahora mismo una de las quejas principales son los contenedores «viejos, sucios y malolientes». No tienen de reciclaje, generándoles un grave problema, señala desde la asociación Laderas del Benacantil Iluminada Doñate. Este colectivo tiene un experto en limpieza, Daniel Kratzer, quien ha elaborado un dossier con los principales problemas del Casco Antiguo. Incluye, con imágenes, los siguientes problemas: falta de mantenimiento, cableado aéreo, abandono, pintadas y pegatinas, restos perdurables en el suelo como chicles y cera de velas de las procesiones, vómitos, orines y deyecciones, colillas, papeles en paredes y botellas de vidrio rotas. Termina con una reflexión final: ¿por qué se deja degradar tanto los elementos de nuestro entorno?».

A pocos metros, en el centro de Alicante, la asociación de vecinos tampoco ve mejoría. «Tenemos un exceso de contenedores muy superior a los que hay en otros barrios de la ciudad. Calle Bazán, 14; calle Quevedo, 6; Portal de Elche, 6; más contenedores que vecinos. Hay 300 bares. ¿Cómo creen que se sienten los vecinos rodeados de tanta basura? Los contenedores siguen estando llenos desde primeras horas. Se necesita más control, para todos aquellos que depositan basura a deshoras y fuera de los recipientes», reclama Alcázar Moreno, presidenta de la asociación del Centro Tradicional.

La zona de la plaza Nueva es la que más sucia y descuidada está en el centro, en opinión de Glavic Ángeles, una joven de Miami que junto a su marido piensa en trasladarse a Alicante para huir de las aglomeraciones al gustarle el clima y en general la ciudad, sobre todo la Rambla y el paseo marítimo.

En los barrios, más de lo mismo. Pilar Heredia, vecina de Carolinas, ve «fatal, hecho una porquería», tanto el centro de Alicante como su barrio y pone como ejemplo de ciudad limpia San Vicente del Raspeig. En el caso de Carolinas Bajas, la asociación de vecinos constata que las estrategias implementadas por el Ayuntamiento para la limpieza viaria carecen de efectividad: «enseres varios, bolsas y revueltos de basura fuera de los contenedores a lo largo del día y de manera muy continuada; suciedad constante en aceras con desperdicios y cacas de perro; y deterioro del mobiliario urbano, sobre todo contenedores y papeleras». Desde el colectivo que preside Alexandre Morera reclaman más supervisión y recursos.

Carmen Cobela, de la asociación de vecinos del Pla, afirma que «barrer están barriendo todos los días y por las plazas también. Se recoge más a menudo la basura de alrededor de los contenedores pero siguen los lixiviados».

También se quejan de que no se friegan las aceras con escoba, agua y jabón, y aunque baldean las calzadas, «la suciedad sigue incrustada. Estamos poniendo parches a un problema de mucho más calado. No es cuestión de que haya elecciones pronto». En el Pla aprecian que los jardines están poco cuidados «y eso da sensación de abandono y suciedad. Tampoco se limpian los alcorques».

Los excrementos caninos, los papeles y chicles arrojados a la vía pública, y las colillas han llevado a Movimiento por Benalúa a presentar una queja ante el Síndic de Greuges. Juan Bernabeu, representante del colectivo vecinal, pone el acento en la respuesta de un técnico de Limpieza Pública a la petición de información del Síndic, pues señala que los orines de las mascotas no están recogidos expresamente en la ordenanza municipal de limpieza, por lo que sería necesario modificarla.

Los vecinos de la Florida se quejan sobre todo del punto negro en la zona del Cementerio y el polígono industrial Llano del Espartal. «Tenemos la escombrera y suciedad en un solar de la calle César Porcel , en Florida Portazgo, donde irá el futuro parque central. Sigue sucio a pesar de las multas que le pone el Ayuntamiento a Adif por tenerlo en esa situación», señala desde La Voz de La Florida José María Hernández.

En este barrio reclaman más baldeos, «que limpien los restos de obra que se quedan en las calles y sanciones a los que dejan las cacas de perros en las aceras».

San Blas

Contenedores de cartón y plásticos, y nuevos para la basura, que están muy deteriorados, y «no hay quien los abra». Es una de las demandas en San Blas, donde también les preocupa el poco civismo con las mascotas, y que «desaprensivos dejen las bolsas o enseres junto a los contenedores, donde se eternizan», señala Lucas Medina, de la asociación El Magro. En este barrio han llegado a ver topos en los solares y alertan de la falta de control sanitario en varios puntos donde se deja comida para gatos, contando cinco espacios en un área de 300 metros en la zona de Doctor Rico y el complejo de la Ciudad Deportiva y el Pitiu Rochel.

Rafael Ruiz, de la asociación San Blas-Santo Domingo, ha percibido un cambio en la limpieza del barrio en las últimas semanas. «De un tiempo a esta parte parece que se han vuelto locos. Baldean las plazas todos los días, limpian, barren. Y lo más importante que antes no hacían: cortan el césped y podan los arboles de las plazas y jardines. A ver si no cambian, y deja de estar abandonado como casi siempre ha estado»

Eva Coloma, de la asociación Virgen del Remedio, tiene una negativa percepción de Alicante. «Está fatal. La limpieza es una asignatura pendiente, tenemos chicles en el suelo, cacas de perro, papeles, contenedores desbordados en algunos sitios, grafitis en cualquier lado...Todas estas cosas dan un aspecto sucio a la ciudad».

Sobre su barrio y en general la Zona Norte destaca la falta de limpieza en jardines y en las calles. «También estas están llenas de cacas de perritos, la jardinería mal cuidada y los contenedores con muebles alrededor y faltos de limpieza. Sabemos que muchos ciudadanos no cumplen con las normas pero contra eso tiene que haber una respuesta por parte del Ayuntamiento, tanto de limpieza como sancionadora», afirma.

En la Zona Sur, más de lo mismo. Los vecinos hablan de «total decepción». «No se ha cambiado el modelo de limpieza deficitaria y no han cumplido ni uno de los compromisos de mejora en la limpieza. Los puntos negros de suciedad se mantienen exactamente igual que en la época de Castedo».

Es la opinión de José Santamaría, de Gran Vía Sur, asociación harta de poner en conocimiento de la Policía todo tipo de problemas, empezando por los orines en la emblemática pasarela peatonal sobre el Barranco de las Ovejas, y en los alrededores de los colegios.

En cambio, el presidente de la asociación de vecinos de Campoamor, Luis Romero, tiene una opinión muy distinta. Encuentra su barrio más limpio, y le da un notable al actual concejal de Limpieza, el popular Israel Cortés, quien en el pleno del pasado jueves decía que «para mí llegar a los barrios y que me digan con una sonrisa que la limpieza ha mejorado es una satisfacción». El edil puso en valor, ante las críticas del PSOE que mostró varias fotos de contenedores llenos, el plan «Alicante es mi casa», presentado hace unas semanas por el edil y el alcalde, con el anuncio de más baldeos y de la vigilancia de policía e inspectores para multar actitudes incívicas.

Según el representante de Campoamor, algo mejora. «Ando mucho y veo a Alicante más limpia».

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